El alisado permanente puede dar resultados a corto plazo, pero ten en cuenta que solo dura un tiempo. Y si se abusa de esta práctica, una de las consecuencias más graves sería la destrucción de las hebras. Después resultaría muy difícil manejarlas. Solo volviendo a hacer otro alisado se podría lucir un cabello liso. Es una especie de círculo vicioso del que no se puede escapar.
Debes utilizar productos naturales que le darán vigor y lo nutrirán
Si quieres evitar los métodos artificiales que alisan- pero arruinan- tu pelo tienes dos opciones: dejarte el cabello rizado tal como está o bien, alisarlo de forma casera. Si te interesa saber más sobre esta segunda alternativa, te contamos que existen algunos estudios acerca de estas técnicas para alisar el cabello, que podrían ayudarte.
Y aunque no está demostrado que todos ellos sean válidos para alisar el cabello de manera natural, los siguientes elementos funcionan como acondicionadores, gracias a las vitaminas y nutrientes que poseen dichos alimentos.
ALGUNOS TRATAMIENTOS Y REMEDIOS
Plátano y leche:
Los plátanos son una gran fuente de nutrientes, entre ellos la vitamina B6, que brinda excelentes beneficios para el cabello. Además, por su contenido en azúcar, retiene la humedad natural de las hebras. Por su parte, aunque no se ha demostrado científicamente, se cree que la leche aportaría suavidad para el cuero cabelludo. La cantidad de ambos ingredientes dependerá del largo y la cantidad de cabello.
Lo importante es que el plátano esté hecho puré y que se vaya añadiendo la leche hasta formar una pasta. Después, aplica sobre el pelo húmedo y deja actuar hora y media (hasta que se seque), enjuaga y peina bien.
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Limón y miel:
En estudios se ha encontrado que la miel puede ayudar a mejorar problemas como el exceso de grasa, la dermatitis seborreica y la pérdida de cabello asociada. Además, aporta humectación y si la mezclas con el limón, conseguirás una excelente mascarilla hidratante para el cabello.
Ingredientes: Combina una cucharada de miel (25 g) por cada ½ cucharada de zumo de limón (5 ml), aunque la cantidad de cada ingrediente dependerá del largo y la cantidad de pelo.
Aplicación: Aplica sobre el cabello húmedo; envuelve con una toalla tibia y deja actuar 45 minutos. Enjuaga con agua y peina con sumo cuidado.
Harina de arroz y huevo para alisar el cabello:
Se cree que la harina de arroz combinada con clara de huevo nos serviría como tratamiento contra el exceso de grasa, de frizz o encrespamiento y del quiebre. No obstante, no existen evidencias suficientes para afirmar que avala la eliminación de la grasa, ni que este compuesto alise el cabello.
Ingredientes: 1 clara de huevo y 5 cucharadas de harina de arroz (50 g).
Preparación: Bate la clara de huevo y combínala con la harina de arroz. Humedece el pelo y aplica el producto hasta cubrirlo por completo. Peina durante unos minutos, tápalo con un gorro y déjalo actuar durante una hora. Enjuaga con champú y repite el proceso dos veces a la semana.
Leche de coco y zumo de limón:
La mezcla funcionaría como un acondicionador capaz de nutrir el cuero cabelludo y dejar el pelo suave. Para ello, forma una crema con una taza de leche de coco (250 ml) y el zumo de un limón. Lava el cabello con champú y aplica la mezcla en el acondicionador. Deja actuar unos minutos y enjuaga bien con agua tibia. Repite un par de veces por semana, y comprueba los resultados.
Aceite de coco:
Lávate el pelo de forma habitual y enjuaga bien para que no queden residuos. Ponte de 10 a 20 gotas de aceite de coco en la mano, según la densidad de tu melena. Con el cabello todavía húmedo, aplica el aceite desde la mitad de la melena hasta las puntas y péinate para asegurarte de que el producto penetra bien en cada cabello. No lo apliques sobre tu cuero cabello o podría engrasarlo. Déjalo actuar 20 minutos y enjuaga con abundante agua tibia.
Seca tu cabello de forma natural sin excederte con el calor que apliques, descubrirás los poderes del aceite de coco para alisar el pelo. Realiza este tratamiento una vez a la semana y lograrás alisar el pelo y reparar el pelo dañado.
Huevo y aceite de oliva:
Tanto el huevo como el aceite de oliva tienen propiedades más que interesantes para el cabello. Las proteínas del primero nutren el cabello y permiten manejar más fácilmente el pelo. El aceite de oliva, por su parte, podría protegerlo de agresiones externas, ya que se queda en el cuero cabelludo. Según los estudios, el tratamiento con aceites reduce la cantidad de agua que absorben las hebras, lo que reduciría la inflamación de la zona.
Solo precisas 2 huevos batidos y un chorro de aceite de oliva. Aplica sobre el cabello con un masaje, deja actuar una hora y, cuando esté seco, enjuaga con agua tibia. Deja pasar otra hora, y lava como siempre.
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Leche, fresas y miel:
Se ha encontrado que las fresas pueden prevenir el deterioro cognitivo y combatir el envejecimiento cerebral, así como del sistema cardiovascular y hasta mantener la microbiota intestinal. En cuanto al cabello, además de que ayudan a nutrirlo, les aportan un delicioso aroma a fresas. Y es un tratamiento muy fácil de hacer, aunque no se tienen estudios que avalen este uso.
Ingredientes: 1 taza de leche (250 ml), ¼ taza de fresas (50 g) y 2 cucharadas de miel (50 g).
Preparación y uso: Lava bien las fresas y córtalas en cuartos. Coloca en el vaso de la licuadora junto a la leche y la miel. Mezcla bien. Aplica en el pelo húmedo y deja actuar 2 horas. Enjuaga usando champú y acondicionador y peina bien cuando aún esté mojado.