La terapia de realidad virtual consiste en el uso de situaciones producidas por computadora para hacerle creer y sentir que realmente se encuentra en un lugar y situación diferentes. Puede usar un casco o anteojos que contienen una pequeña pantalla de video a través de la cual puede ver imágenes producidas por computadora. Cuando mueve la cabeza, las imágenes en la pantalla cambian como lo harían en la vida real.
Proyección de imágenes que nos hace sentir en lugares diferentes
Durante la terapia de realidad virtual, usted puede enfrentar un objeto o situación temidos o un evento traumático mientras está en un lugar seguro y cómodo. Un consejero le ayuda a hablar sobre sus sentimientos y pensamientos durante la experiencia, lo alienta y le ofrece sugerencias para ayudarle a afrontar la situación o el evento. Poco a poco, usted podrá sobrellevar la angustia emocional y física que siente y aprenderá a controlar sus pensamientos y sentimientos.
¿A QUIEN VA DIRIGIDO?
La Terapia de Realidad Virtual genera un entorno donde la persona se sumerge por completo, sin abandonar la seguridad de la consulta ni quedarse a solas. Se convierte de forma controlada en los protagonistas de la terapia que están recibiendo, aumentando su sensación de valía y confianza. Además, se ajusta y se personaliza a las necesidades que la persona tiene en ese mismo momento.
Como dichos tratamientos son personalizados, es posible recibirlo independientemente de cualquier tipo de condición, como la edad o el conocimiento de la tecnología. Es el terapeuta el que prepara el sistema y la persona solo debe colocarse las gafas y entrenar las habilidades que se le han enseñado. Un tipo de terapia sin límites y que puede ser aconsejado para la mayoría de las personas.
Mediante el uso de unas gafas que proyectan la imagen y unos auriculares que crean el ambiente sonoro, la persona se introduce en la escena y la vive en primera persona, desde sus propios ojos. Así es posible orientarlo a muchos problemas de los que vemos cada día desde la consulta psicológica. Gracias a las orientaciones previas, las herramientas enseñadas y la ayuda de la psicóloga o el psicólogo, la persona ve cómo desde el primer día empieza a tomar responsabilidad sobre lo que le ocurre y empieza a mejorar en ello. La Terapia de Realidad Virtual es útil en numerosos problemas entre los que podemos encontrar:
- Entrenamiento en relajación, meditación y mindfulness.
- Ansiedad generalizada, ansiedad social o ansiedad ante los exámenes.
- Trastorno de Estrés postraumático.
- Trastorno Obsesivo-Compulsivo.
- Problemas de sueño, como el insomnio.
- Miedo, como a volar, la sangre, las alturas, los animales, la oscuridad o hablar en público.
- Claustrofobia y agorafobia.
- Hipocondría.
- Trastornos del estado de ánimo, como la depresión o la manía.
- Entrenamiento emocional y en habilidades sociales.
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BENEFICIOS
Se adapta a varios tipos de problemas psicológicos:
Como la Realidad Virtual es un entorno digital muy adaptable en cuanto a lo que permite recrear y programar, su uso no tiene por qué limitarse al tratamiento de psicopatologías muy específicas. Con relativamente poco esfuerzo se pueden crear recursos para una amplia variedad de problemas, e incluso reciclar parte del material para muchos tipos de pacientes.
Permite crear no solo entornos, sino también situaciones completas:
La Realidad Virtual no se limita a generar entornos entendidos como lugares estáticos que existen dentro de un software: también incluyen eventos, secuencias de acciones realizadas por las entidades artificiales de esos lugares (por ejemplo, el equipo de vuelo de un avión) o que se desencadenan cuando el usuario realiza determinadas acciones.
Ofrece más privacidad que la exposición en vivo:
Como la Realidad Virtual puede ser utilizada sin salir de una habitación, ofrece más privacidad que otras modalidades de intervención en las que hay que ir a lugares en los que está el estímulo real ante el cual el paciente debe aprender a gestionar sus emociones, y que en muchos casos suelen consistir en espacios públicos a la vista de otras personas.
Da un control mucho mayor sobre las variables:
En los procedimientos basados en la exposición a entornos reales, es imposible controlarlo todo. Sin embargo, en la Realidad Virtual resulta muy fácil controlar variables tan relevantes como el clima, la luminosidad, el ruido, el tamaño del estímulo al que exponerse, etc.
Permite crear una escala de dificultad:
Esta es una de las ventajas de la terapia basada en Realidad Virtual que se asocian al punto anterior, es decir, el control de las variables. Gracias a que todo lo que hay en este entorno puede ser ajustado a un propósito determinado, es muy fácil generar situaciones adaptadas al grado de progreso del usuario, de modo que en cada momento afronte actividades que le suponen un reto pero que no sobrepasan sus capacidades ni le llevan a desanimarse y tirar la toalla.
Está asociado a un menor coste:
En comparación al uso de elementos propios de entornos del mundo real, la Realidad Virtual conlleva menos costes: no hay que desplazarse, no es necesario contar con coterapeutas que ayuden, no es necesario comprar o alquilar elementos físicos específicos para esa intervención, etc.
