La parálisis del sueño

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Sueño
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“La parálisis del sueño consiste en una imposibilidad transitoria de moverse y de hablar generalizada y completa. Ocurre en cualquier momento de la noche, generalmente en un despertar y, aunque menos frecuente, a veces en siestas”, dice Óscar Larrosa Gonzalo, miembro de la Sociedad Española de Sueño (SES) y coordinador de la Unidad de Medicina del Sueño de MIPSalud (Madrid).

Estos episodios se producen en la transición inmediata del sueño a la vigilia, pero con el paciente ya despierto. El episodio puede ser angustioso, incluso no es infrecuente que los afectados comenten que les da la impresión de que se van a morir, especialmente si no saben en qué consiste y qué significa. Aunque es menos frecuente, se puede producir también al empezar a dormirse, en la transición vigilia-sueño, pero con el afectado todavía despierto”, añade el especialista en Neurofisiología Clínica y experto en Medicina del Sueño.

Un episodio de parálisis de sueño puede durar desde segundos a pocos minutos”, especifica Ana Fernández Arcos, neuróloga y coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Desaparece espontáneamente, de golpe, y, a veces, si se toca al afectado.

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CAUSAS

Según Larrosa, las causas de parálisis del sueño pueden clasificarse como intrínsecas y extrínsecas.

  • La causa intrínseca es un estado disociado sueño-vigilia, en el que aparecen elementos propios de la fase de sueño REM en vigilia. Lo más frecuente es que sea en un despertar, en una transición rápida, brusca o anómala desde la fase de sueño REM a la vigilia. No es lo fisiológico o habitual despertarse directamente desde el sueño REM. A veces es lo contrario, una transición anómala de la vigilia al sueño, con aparición de fenómenos del sueño REM. En sueño REM existe atonía o falta de tono muscular para no representar los sueños, y en una transición brusca o anómala desde REM a vigilia (o a veces viceversa), dicha falta de tono muscular se mantiene o aparece momentáneamente en la vigilia y provoca el fenómeno. Se paralizan todos los músculos salvo el diafragma (implicado en la respiración) y, a veces, los músculos oculares.
  • Causas extrínsecas predisponentes pueden ser: mala higiene o privación de sueño de cualquier causa, consumo de alcohol, café y otras bebidas excitantes, consumo de drogas y estrés.

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SÍNTOMAS

La parálisis del sueño produce los siguientes síntomas, que cita Larrosa:

  • Incapacidad transitoria de moverse y hablar en un despertar.
  • Ojos cerrados con más frecuencia, el paciente parece dormido. A veces, aunque es más raro, puede tener ojos abiertos y emitir sonidos y hacer alguna mueca al intentar salir de la parálisis.
  • Sensación de angustia muy frecuente, con sensación de opresión y muerte inminente frecuente, sensación de falta de respiración por miedo o angustia.
  • Más frecuente boca arriba y más angustiosa, y a veces más larga, en esta postura durmiendo.
  • Puede acompañarse de fenómenos alucinatorios táctiles, cenestésicos (como volar o levitar), visuales o auditivos. La causa es que la actividad onírica -los sueños muy vivos que se producen en la fase REM- se escapan momentáneamente a la vigilia, y entonces los episodios son más angustiosos, a veces terroríficos.

PREVENCIÓN

Para prevenir la parálisis del sueño, el miembro de la SES ofrece estos consejos:

  1. Tener una buena higiene de sueño, sobre todo evitando privaciones de sueño continuadas en el tiempo.
  2. Si se tiene un problema de sueño, hay que intentar controlarlo o solucionarlo acudiendo a un especialista.
  3. Evitar o moderar el consumo de alcohol, bebidas excitantes y tóxicos.
  4. Intentar dormir siempre de lado, evitando dormir boca arriba, si los episodios son relativamente frecuentes y angustian al afectado.

TRATAMIENTOS

En general, la parálisis del sueño no precisa tratamiento, ya que es un fenómeno benigno”, indica Larrosa. “Explicar al paciente en qué consisten y por qué se producen suele ser suficiente para que sean menos frecuentes, más cortas y mejor toleradas -en el caso de que sean frecuentes-”.

De todos modos, el experto en Medicina del Sueño recuerda que hay medicamentos que inhiben el sueño REM que se pueden usar en casos muy frecuentes y angustiosos, si el afectado lo solicita. En ese sentido, la neuróloga comenta que “en casos muy seleccionados y extremos, en los que las parálisis son repetidas y generan ansiedad e incluso miedo a dormir, pueden pautarse antidepresivos que reducen la proporción de sueño REM durante el descanso”.