Se reduce el estrés de familiares de los vacunados

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Salud mental
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Las familias de las personas recibieron la vacuna contra el covid-19 se beneficiaron también con este importante paso, al ver disminuidos sus altos niveles de ansiedad, originados, por lo general, debido a un exceso de cuidados para evitar el contagio de sus seres queridos, informaron expertos del Ministerio de Salud (Minsa).

El hecho de haber sido inmunizados, hace que toda la familia se siente con mayor tranquilidad. Sin embargo, no hay que bajar la guardia.

En medio de una gran incertidumbre, aplicar la vacuna alivia la ansiedad que existe dentro de los hogares. Esto significa un alivio gigantesco para aquellas familias muy preocupadas por lo que le pueda ocurrir al abuelito o a la abuelita si se contagia”, manifestó Cristopher Salirrosas, médico psiquiatra de la Dirección de Adultos y Adultos  Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM).

En entrevista con el programa Saludable Mente de Andina Canal on line, el experto detalló que la inmunización llega como “un alivio gigantesco” en medio de la pandemia.

 

ALIVIAN TEMORES Y PARANOIAS

“Y si eso lo multiplicamos por todas las personas que se van vacunando, por todas sus familias donde ya recibieron la primera o segunda dosis, como los mayores de 80 o de 70 años. Puede que la sensación de protección no sea completa, pero ya tienen un indicio y eso impacta. Se trata de una herramienta que ahora está a su favor para combatir el coronavirus”.

El especialista comentó que antes de la vacuna, a la población solo le quedaba protegerse como ya sabemos todos y confiar en su sistema inmunológico. Con la vacuna hay un impacto epidemiológico, pero también emocional.

Esto no es solo declarativo, las familias y quienes se están vacunando lo están demostrando. Mientras tengamos más información, más testimonios de cómo les está yendo tras la vacuna, se podrá notar cómo ha cambiado el sistema emocional de las familias, como alivian temores, paranoias, miedos”.

Destacó que los efectos positivos de una menor ansiedad familiar, reduce también nuestro estrés y vulnerabilidad frente a otras enfermedades.

“Recordemos que el estrés constante, la ansiedad crónica, disminuye nuestra capacidad de respuesta inmunológica. Si tenemos hipertensión, diabetes u otras enfermedades se intensificarán sus molestias, afectando todo el cuerpo. Puede haber muchos comentarios, pero la evidencia es la que manda y no se puede negar los numerosos efectos positivos de la vacuna”.

 

BUSQUE INFORMACIÓN SERIA 

El psiquiatra advirtió que el exceso de información sobre la pandemia puede ser contraproducente y más cuando se trata de información no corroborada o falsa.

Se debe buscar información seria, de preferencia proveniente del estado, de canales oficiales. Información que ha sido meditada, evaluada. Lamentablemente, no siempre será rápida y automática, porque justamente necesita corroborarse”.

Recordó que la sala situacional del Minsa ofrece información diaria sobre el comportamiento de la pandemia en el país, el número de infectados, internados, fallecidos y personas de alta.

“El estado tiene sus canales, sus páginas web, redes sociales. Cuando tengo información no validada y la suelto, vienen los problemas. Eso genera una sobreinformación que lleva a la suspicacia y el aumenta de la desconfianza”.

El experto sostuvo que esto no es un efecto menor porque impacta en nuestra estabilidad emocional de manera personal y familiar.

“Nunca hay que perder de vista cuál es el objetivo principal de la vacunación, qué es proteger a la población, y que además está teniendo resultados positivos. Se está logrando una prevención y protección de la población”.

Estos hechos concretos, dijo, van derribando el miedo y la ansiedad ante la vacuna, porque se ha demostrado que funciona.

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SEGUIR PROTEGIÉNDONOS 

El psiquiatra destacó que, si bien la vacunación en el país avanza de forma sostenida, no debemos bajar la guardia con las medidas de protección, recomendación que incluye también a quienes fueron vacunados.

Hay necesidad de seguir cuidándonos. La diferencia está en que antes de la vacuna tal vez me protegía con mucha ansiedad. Tras la vacuna lo haré con menos estrés, quizá no desaparezca, pero sí disminuye considerablemente. De esa manera tengo un mejor control de las mis enfermedades, todo mejora”.

Cristopher Salirrosas recordó que el 70% de adultos mayores tiene alguna comorbilidad crónica, que los coloca en una situación muy vulnerable ante el covid-19, por lo cual, tras inmunizarse, sienten que tienen “una chance adicional” si se exponen al virus.

“Esta es una sensación de alivio que es incontrastable. Con la vacunación todos ganan: las personas protegidas, pero también sus familias, porque tendrán una carga menos fuerte en el cuidado o despliegue de protección para el adulto mayor. Una cosa es hacerlo con nervios y desesperación y otra con mayor tranquilidad y calma”, añadió.