Es la excusa por la cual una persona no se arriesga, no hace nada y, finalmente, no vive
La zona de confort es un estado psicológico en el que una persona se siente tranquila y segura, sin miedos ni ansiedad. En esa etapa mantiene una misma rutina, no asume nuevos retos y, por lo tanto, su desarrollo personal se estanca. Cuando este estado mental de seguridad se mantiene por tiempos prolongados, genera consecuencias negativas como la pérdida de motivación, la apatía, la monotonía y el desgaste.
La zona de confort se termina convirtiendo en la excusa por la cual una persona no se arriesga, no hace nada y, finalmente, no vive. En su lugar, opta por una ansiedad neutral que le permita tener un rendimiento constante, pero lejos de la incertidumbre.
Al dar el primer paso para salir de la zona de confort, puedes moverte a otros espacios: la zona de aprendizaje, la zona de pánico o la zona mágica.
La zona de aprendizaje es sinónimo de expansión, descubrimiento, crecimiento y retos. La zona de pánico es muy temida porque el miedo a lo desconocido es tan fuerte que te hace retroceder y evitar algo nuevo. La zona mágica, por su lado, surge cuando la tensión emocional que genera ese temor termina siendo más débil que la creatividad y que la motivación.
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BENEFICIOS
Salir de la zona de confort es de las mejores decisiones de vida que podemos tomar. Es cierto que no siempre saldremos vencedores de todo lo que se nos presenta, pero creo válido recordar que reconocer los errores es de sabios, y que más que verlos como algo negativo, deben servirnos para crecer.
Superación de tus miedos e inseguridades:
El sentimiento de no querer salir de la zona de confort proviene de la ansiedad y los miedos. Quiero que pienses en todas esas veces en las que tu imaginación te jugó malas jugadas, y la realidad fue mucho más ligera y manejable de lo que pensaste.
Desarrollo de nuevas habilidades:
Porque el aprendizaje solo ocurre en situaciones que te son incómodas. Esto se debe a que, como todo inicio, es muy probable que te sea más difícil adaptarte, pero eso no quiere decir que siempre deba ser así. Cuanta más experiencia, más comodidad y seguridad en ti.
Aumenta tu creatividad:
Y es que vas a necesitar de tu ingenio para resolver los conflictos que se te puedan presentar. Aprender a ver estas situaciones como parte de la vida, es fundamental para que puedas despegar y destacar en el área laboral en la que te desarrolles, así como en cualquier aspecto de tu vida personal.
CONSEJOS
Afianza tus cambios en tus cualidades:
Cuando una persona desea salir de su zona de confort, lo primero que hace es tomar conciencia de las habilidades intrínsecas con las que cuenta, para apoyarse en ellas y lograr cambios significativos. Pero para que ello ocurra, debe tener la suficiente autoestima como para valorar sus capacidades.
Identifica tus miedos:
Sentir miedos es normal, no hay nada de qué avergonzarse, pero debes identificarlos para poder enfrentarlos. Por ejemplo, es posible que le temas a la burla, al fracaso o a la soledad, y que eso te impida cambiar o perseguir los sueños que anhelas.
Frente a una situación que te cause ansiedad o temor, respira hondo para que tu mente y tu cuerpo estén un poco más tranquilos. Luego, cierra los ojos e imagina formas positivas de enfrentarla o de superarla; eso podría ayudarte a sentir que tienes el control.
Anticipa tus propias excusas:
Tú eres el que mejor se conoce. A veces, para evitar cambiar nos ponemos excusas que no son sino parálisis por miedo. Antes de empezar a asumir un reto que te haga abandonar la comodidad en la que vives haz una lista de excusas posibles y no permitas que te impidan avanzar.
Busca cambios materiales en las cosas que te rodean:
Para hacer cosas nuevas a las que no se está acostumbrado, nada como exponerse a ambientes nuevos. Físicamente novedosos, literalmente. La clave está en proponerte el objetivo de exponerte a situaciones novedosas haciendo que los espacios en los que te encuentras sean otros.
Anímate a cambiar tu manera de vestir o la decoración de tu casa, muévete por entornos distintos y, por supuesto, viaja todo lo que puedas o incluso vete a vivir a otro lugar, aunque sea durante un tiempo. Esto conseguirá en ti un efecto similar al del consejo anterior, sólo que, en este caso, en vez de variar las situaciones cuyo significado no asociarías con tu persona, harás lo mismo con espacios físicos.
Cultiva una mentalidad de éxito:
Consume contenido que promueva que tu mente se expanda y te acerque más al éxito; recuerda que el éxito no es un concepto general, sino que cada quién define el suyo propio.
Lee cosas que te motiven y estimulen, que desarrollen tu creatividad y te den otra perspectiva de la vida, existen muchos libros que pueden ayudarte a trabajar la disciplina, la creatividad y el enfoque, puede ser alguno de introspección, superación personal o literatura.
Pide ayuda a tus amigos, familiares o a un terapeuta:
El simple hecho de verbalizar que estamos intentando alejarnos de nuestra zona de confort a otra persona ya supone un aliciente que te motivará a mantenerte en el camino del cambio. Rodéate de gente que te ayude y te apoye, bien sea alguien de tu entorno cercano o un profesional.