Cómo construir un hábito saludable y de riqueza

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Buenos hábitos
Buenos hábitos

Piensa en algo que quieres lograr y describe los posibles obstáculos

Un hábito es una conducta llevada a cabo con regularidad, es decir, repetida en el tiempo, que es aprendida –no innata– y que requiere de poco o ningún compromiso racional. Este tipo de conductas mínimas componen una importante porción de nuestro tiempo cotidiano. Pueden ser provechosas o perjudiciales para nuestra salud (vicios o adicciones).

Cualquier cosa puede ser un hábito, cuando su realización constituye parte de una rutina más o menos automática, es decir, no requiere de un esfuerzo consciente o una programación explícita. Por ejemplo, muchas personas poseen el hábito del cigarrillo, y suelen fumar en momentos y horarios determinados, como después de comer, o al levantarse en la mañana, etc.

Dichas conductas forman parte del hábito de fumar y fueron aprendidas e incorporadas, y por lo tanto pueden también desincorporarse, aunque, como dice el proverbio, romper el hábito suele ser más difícil que crearlo.

¿CÓMO SE FORMAN LOS HÁBITOS?

Los hábitos no son naturales, sino que son conductas aprendidas e inculcadas a fuerza de repeticiones, hasta adquirir una cierta automaticidad. Así, el conjunto de influencias que recibimos en casa, en el trabajo, en la escuela y a lo largo de nuestra vida, nos hacen adoptar ciertos hábitos en lugar de otros. A medida que cobramos consciencia de ellos podemos aceptarlos y normalizarlos o bien sustituirlos por otros que nos resulten más convenientes o más saludables.

Se dice que 66 días bastan para forjar un hábito nuevo, es decir, a los dos meses de sostener una actividad o conducta con la regularidad necesaria podremos fijarla e incorporarla a nuestra conducta. Entonces, podremos empezar a considerarla un hábito.

El mismo criterio aplica también para la sustitución de un hábito por otro: muchos ex fumadores encuentran más sencillo dejar el cigarrillo si remplazan el hábito con otro, como mascar chicle o tomarse una taza de té cada vez que sientan deseos de incurrir en el vicio.

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CONSEJOS

Piensa en algo que quieres lograr:

Tal vez desees mejorar algún aspecto en tu vida, como comer saludable, abandonar adicciones, comenzar tu rutina más temprano, entre otras. Para crear un hábito, es conveniente aclarar qué es eso que se desea mejorar. A partir de ahí, puedes empezar a hacer cambios de forma gradual, hasta convertirlos en hábitos.

Describe los posibles obstáculos:

Igual que elaboraste una lista con las cosas buenas que te traerá el nuevo hábito, también es buena idea hacer otra con los posibles obstáculos que te van a incitar a “tirar la toalla”. Si haces tu lista de posibles excusas: cansancio, temperaturas demasiado altas o bajas, falta de tiempo, etc., sabrás reconocerlas como tales y podrás combatirlas para, finalmente, crear un hábito y mantenerlo.

No obstante, hay que seguir siendo realista y si realmente estás muy agotado o hace un tiempo muy malo, cuando se trata de hábitos que impliquen salir fuera de casa, quizás haya que adaptarlos, ver si se puede hacer dentro de casa, o realmente posponer su práctica a mañana. Si forzamos demasiado cuando realmente no es un buen momento, podemos hacernos daño o crear un rechazo hacia el hábito que pretendemos crear y mantener.

Sé flexible y mantén una actitud positiva:

Es normal que en pleno proceso de crear un nuevo hábito haya momentos de desánimo, por lo que debes saber combinar un poco de exigencia (quien algo quiere, algo le cuesta) con la necesaria flexibilidad. Aunque tengas elaborado tu plan perfecto, si un día no lo has cumplido, no pasa nada, continúa dando el siguiente paso en cuanto puedas.

Programar recordatorios:

No tiene mucho sentido concienciarse de que se va a seguir un nuevo hábito si después, a la práctica, se olvida que se tenía que hacer. Gracias al avance tecnológico, se puede programar alarmas personalizadas, con un mensaje de texto en el que te recuerda qué debes hacer y cuándo.

Además, otra opción, un poco más analógica, es la de dejar notas en lugares estratégicos de la casa, como el espejo del cuarto de baño, la puerta de la refrigeradora o la pantalla del televisor en el que estén apuntadas las cosas que se tienen que hacer. Siguiendo esta estrategia la excusa de que se ha olvidado lo que se tenía que hacer ya no es válida.

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EJEMPLOS DE HÁBITOS SALUDABLES

  • Practicar ejercicio cada día.
  • Moderar o eliminar el consumo de café.
  • Seguir una dieta equilibrada priorizando la fruta y la verdura.
  • Dormir entre 7 y 8 horas.
  • Beber agua.
  • Meditar 3 minutos al día.
  • Enfocarse en las propias virtudes.
  • Ahorrar dinero.
  • Levantarse temprano.