A pesar del tamaño de la operación policial y militar en la cárcel, no capturaron al líder de la megabanda conocido como El Niño Guerrero
El Gobierno venezolano llevó a cabo una operación en la madrugada de hoy miércoles contra una cárcel. Este era el refugio del Tren de Aragua, una banda criminal con conexiones internacionales que opera desde el Centro Penitenciario de Tocorón, ubicado en el estado Aragua, a unas dos horas de la capital.
La incursión ha sido nombrada como la «Operación de Liberación Cacique Guaicaipuro» y se ha considerado exitosa en su primera etapa, aunque han confirmado oficialmente la detención de los líderes de la organización, como Héctor Rutherford Guerrero Flores, conocido como El Niño Guerrero, quien ha estado al mando de la prisión durante una década con la aprobación de las autoridades, ni tampoco de sus colaboradores cercanos. Según algunas informaciones, los delincuentes habrían logrado escapar antes de que se tomara el control de la prisión.
El Tren de Aragua se ha convertido en un problema que afecta a toda la región. La masiva migración de venezolanos en los últimos cinco años también ha propiciado que miembros de esta banda se desplacen y se involucren en nuevas actividades delictivas, como el tráfico de personas y la explotación de mujeres.
La creación de esta banda tuvo lugar entre los años 2013 y 2015, y su origen se relaciona con los sindicatos de la construcción que trabajaban en la línea ferroviaria en el centro del país, proyecto que nunca llegó a completarse. Inicialmente, su actividad se centraba en la extorsión de comerciantes y residentes locales, pero posteriormente se diversificaron hacia delitos como el secuestro y el tráfico de drogas, convirtiéndose en una organización de carácter transnacional.
Criminales dentro
El líder de esta banda, conocido como El Niño Guerrero, convirtió la prisión de Tocorón en su base de operaciones y prácticamente en su propio territorio, donde mantenía el control a través de la recaudación de una cuota semanal de entre 8 y 10 dólares que todos los aproximadamente 3.000 reclusos debían pagar para garantizar su seguridad dentro del centro penitenciario. Este sistema de extorsión se extendió a gran parte de las cárceles en el país.
Durante varios años, operaron sin supervisión estatal en Tocorón, donde establecieron una discoteca, una piscina, tiendas, casas de apuestas, un zoológico y restaurantes como «El Sazón del Hampa», según una investigación publicada por el medio Runrunes. Además, se ha informado que esta banda tiene presencia en al menos 13 de los 24 estados de Venezuela, así como en países como Colombia, Chile, Perú, Brasil, Bolivia, Ecuador y Costa Rica. Se estima que cuenta con alrededor de 4.000 miembros, y se ha reportado que en los últimos años han entrado en conflicto con miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela por el control de actividades ilegales en la frontera con Colombia.
Desmantelarlos
En su comunicado oficial, el Gobierno declaró que la operación ha tenido éxito al desmantelar «un centro de conspiración y delincuencia utilizado por una red criminal internacional que afecta a la población venezolana». El Observatorio Venezolano de Prisiones, por su parte, revela que la toma de la prisión fue acordada previamente con algunos de los reclusos y que, según sus fuentes, algunos de ellos lograron escapar a través de túneles y zonas montañosas cercanas a la institución penitenciaria.
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