Los misteriosos crímenes del asesino del hacha

0
871
asesino del hacha
asesino del hacha

En Nueva Orleans y Luisiana (Estados Unidos) una macabra serie de asesinatos despertó el repudio y el terror de los pobladores entre 1918 y 1919 (aunque algunos afirman que en verdad las muertes comenzaron casi una década antes).

Asesinaba todos los días en Nueva Orleans y nunca dejaba rastro

Las muertes se caracterizaban por ocurrir en las noches, siempre familias completas, siempre a manos de un hombre armado con un hacha. Curiosamente, el hombre solía usar el hacha de sus víctimas, pero si no tenían una él siempre cargaba la propia. 

El asesino no se andaba con disimulos. Normalmente destruía a hachazos la puerta de los hogares para entrar, y asesinaba a sus víctimas siempre a golpes de hacha, sin tener nada de cuidado en los detalles. Jamás tomó objetos de las casas en las que entraba, el hombre, parece ser, no iba más que por sangre.

La mayor parte de sus víctimas eran de ascendencia italoamericana, lo que llevó a la policía a creer que los homicidios eran crímenes de odio, mientras que investigadores de todo el país formularon teorías que iban desde crímenes pasionales hasta que habían sido ejecutados por alguien sádico que buscaba víctimas femeninas.

Los criminólogos Collin y Damon Wilson manejaron la hipótesis de que el asesino atacaba a los hombres solo cuando representaban cierto obstáculo contra sus objetivos femeninos.

Leer también [La muerte de Elisa Lam habría sido por posesión diabólica]

LE CORTÓ LA GARGANTA

Todo sucedió en mayo de 1918 y octubre de 1919 en la Ciudad de Nueva Orleans, al parecer ataque fue la noche del 22 de mayo de 1918 mientras Joseph Maggio y su esposa Catherine dormían, un desconocido los atacó con su hacha hasta matarlos y hasta les cortó las gargantas con una navaja de barbero que más tarde fu encontrada a los pies de la cama y en el baño fue encontrada el hacha junto a su ropa ensangrentada.

La policía hizo lo suyo, sin encontrar algún móvil posible ya que las joyas y dinero estaban en su lugar, no se habían llevado nada. Otro de los sucesos sangrientos fue el 6 de junio, mientras Louis Bossumer y su novia Anna Lowe dormían, un desconocido entró a su dormitorio y los golpeó repetidamente.

Al otro día una vecina encontró machas de sangre hasta encontrar el hacha tirada en el fondo de la casa, que se había utilizado para el ataque; Anna después de haberse recuperado, relató a la policía que apenas si vio al atacante, pero que era un joven, de mediana altura y vestido de negro, pero más tarde cambió la versión y dijo que su novio la había atacado.

 

FANTASMA SE LE APARECIÓ A EMBARAZADA

Otro de los brutales ataque fue el 5 de agosto y esta vez a una mujer embarazada de 8 meses, Schneider estaba durmiendo en su cama, semi dormida cuando de repente vio una sombre a su lado, fue solo un segundo, ver como un hacha se le acercaba. Schneider terminó con varias heridas y cortes importantes en su cabeza que casi la llevan a la muerte, pero logró sobrevivir a ese feroz ataque, felizmente a las tres semanas dio a luz sin inconvenientes.

 

GRITOS AHOGADOS

Un 10 de agosto, también a la noche, Paulin Bruno, despertó y vio algo extraño que portaba algo que se semejaba a un hacha, sus fuertes gritos hicieron que este hombre saliera corriendo, de prisa fue corriendo a la habitación contigua donde dormía su tío Joseph, pero había llegado tarde, lo encontró con incontables heridas en su cabeza y bañado en sangre, apenas si llegó a susurrarle unas palabras “llévame al hospital”, más tarde su tío Joseph fallecía en el Hospital a causa del brutal ataque.

Leer también [Países que prohíben que sus militares batallen en Ucrania]

LE GUSTABA EL JAZZ

A partir de ese día la ciudad se transformó en un caos, toda la gente estaba aterrorizada y la policía recibía lluvias de denuncias la mayoría de ellas sin fundamento o prueba alguna.

El 13 de marzo de 1919, una carta supuestamente hecha por el asesino, fue publicada en los diarios de la ciudad diciendo que mataría cada quince minutos a partir de la media noche del 19 de marzo; pero que perdonaría a todas las personas que se encontraran en un lugar donde se escuchara tocar a una banda de jazz. Esa noche, todos los salones de baile de Nueva Orleans se llenaron al tope y cientos de músicos de jazz tocaron en fiestas privadas en toda la ciudad. No hubo asesinatos esa noche.