El sueño es el mejor remedio para aliviar los males

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Dormir
Dormir

El sueño es una de las maneras en que nuestro cuerpo se recupera de todo el daño causado durante el día y se protege de enfermedades. Según el doctor Michael Twery, director del Centro Nacional de Investigación de Desórdenes del Sueño de Estados Unidos, “cada vez que los investigadores han interrumpido el ritmo de sueño en sus estudios, el cuerpo se hace menos eficiente y esto conduce inevitablemente a tener enfermedades”.

En épocas de pandemia, dormir es una herramienta de vida con mucho poder para tu curación

En el sueño el organismo tiende a regularse y acabar con el estrés sufrido a lo largo de la jornada. Por ello es fundamental que respetemos las horas necesarias para el correcto descanso, pues de otro modo, acarreará desajustes orgánicos que se notarán en un menor rendimiento físico e intelectual, mayor apetito o una capacidad de atención mermada.

Aquí mostramos algunas maneras en que el sueño actúa como reparador de todo nuestro organismo. 

  • Para dormir bien, lo mejor es establecer una rutina de sueño, alejarse de los gadgets por la noche, pues la luz que liberan hace pensar al cerebro que aún es de día, y no comer cosas pesadas antes de ir a la cama.
  • Beneficios en el sistema óseo. Comer alimentos ricos en calcio no es lo único que podemos hacer para fortalecer nuestros huesos. Una cantidad adecuada de sueño es necesaria para tener una médula ósea saludable, que es la parte esponjosa que se encuentra dentro de los huesos y contiene células madre que eventualmente se convertirán en células sanguíneas en el cuerpo.
  • Para un corazón fuerte. Saltarse las horas de sueño puede tener graves consecuencias en el corazón. Una poca cantidad de sueño puede provocar que el sistema nervioso del cuerpo se sobrecargue y produzca más hormona adrenalina.
  • Este proceso envía señales al cuerpo para que se prepare para tener acción inmediata, y hace que el corazón trabaje mucho más rápido. Las personas que duermen poco son más propensas a desarrollar hiperlipidemia o tener alto el colesterol, lo cual puede provocar un ataque cardíaco.
  • Mejores defensas No tener un sueño adecuado puede provocar enfermarse más a menudo. Un estudio encontró que las personas son más propensas a enfermarse de gripa cuando no descansan bien. Por otro lado, también se ha descubierto que el descanso puede ayudar a sacar más provecho de las vacunas preventivas, ya que así se producen más anticuerpos.

 

¡QUE NADA TE QUITE EL SUEÑO!

Cuando te vayas a dormir, dirige un brazo hacia el “Polo norte”, el otro brazo hacia “América”, una pierna al “Polo sur” y la otra pierna hacia “África”, para que nada, absolutamente nada, te quite el sueño y aprendas a “flotar” cuando duermas en relajación, tranquilidad, serenidad, paz y amor, como si te encontraras en un verdadero “paraíso”, o mejor dicho, en el mismísimo “cielo”.

Los egos, transformados a través de la ira, el orgullo, el miedo, el estrés, las críticas, los enjuiciamientos, las preocupaciones o los temores percibidos durante el día, se van acumulando en el “disco duro” del subconsciente o supra-consciente que, de una forma u otra, han de salir hacia fuera.

Esa suele ser la “causa acumulada” que provoca el Insomnio, el estrés, la ansiedad o la depresión. Todos ellos se sienten y se expresan cuando te vas a dormir porque, a través del silencio, la calma y la quietud, se manifiesta la Conciencia, lo que realmente tienes acumulado en tu inconsciente.

 

Algunos cambios sencillos son eficaces para regular nuestro “Reloj Interno”:

  • El ejercicio físico. Es beneficioso para una mejor la calidad del sueño y a la inversa, el sedentarismo lo deteriora. El ejercicio activa la necesidad de recuperación, pero actúa de manera mucho más compleja sobre el conjunto de los mecanismos del “Reloj Interno” que regula los ciclos de vigilia y de sueño. Aunque el efecto del deporte sea siempre muy positivo, su impacto puede variar según el horario que se practica el ejercicio. Los resultados más favorables para el sueño se observan cuando el ejercicio se practica, más o menos, a  media tarde, porque “prepara” al cuerpo, hacia el descanso nocturno.
  • Aceites esenciales. Numerosos aceites esenciales son amigos de un sueño maravilloso y reparador, actuando a varios niveles, creando un ambiente propicio de relax, para armonizar el sistema nervioso y favorecer el sueño: “lavanda” o la “mejorana”, por su efecto calmante y sedante. Es posible utilizar las aceites esenciales de múltiples maneras:
  • En el baño: Tomar un baño durante 20 minutos es relajante y alivia las tensiones debidas al estrés. Los aceites esenciales no se mezclan directamente en el agua. Es conveniente utilizar una base de jabón líquido o un dispersor en el cual se diluya 15 a 20 gotas, mezclándolo muy bien antes de verterlo en el agua del baño. El aceite esencial en estado puro es demasiado fuerte y es conveniente “rebajarlo” o “mezclarlo” antes de su uso.

 

RECONCILIANDO EL SUEÑO

 

La fitoterapia (plantas medicinales) es muy interesante, pues al contrario de los somníferos químicos, respeta la arquitectura del sueño y no provoca dependencia. En las plantas medicinales, se encuentra una cierta cantidad de “principios activos” eficaces para luchar contra el insomnio y sus causas asociadas, como el estrés, la ansiedad o las tensiones nerviosas.

La Pasiflora: Está indicada más particularmente, en casos de trastornos del sueño, debidos al nerviosismo y a la ansiedad. Por sus propiedades sedantes y ansiolíticas, mejorando el sueño reparador.

 La Valeriana: Tiene un efecto tranquilizante y está indicada en casos de tensión nerviosa, disminuyendo la ansiedad y derivando hacia un sueño reparador.

El Espino Albar: Gracias a su acción sedante y protectora del corazón, es recomendable para aliviar los insomnios relacionados con la ansiedad, disminuyendo las palpitaciones cardiacas.