Aquí sabrás la fórmula para tener más platita

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Ahorro
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Aquí sabrás la fórmula para tener más platita, elabora una lista en la que no se te escape nada y verás que es más fácil ahorrar

Registra tus gastos:

El primer paso para comenzar a ahorrar dinero es determinar cuánto gastas. Haz un seguimiento de todos tus gastos; eso quiere decir cada taza de café, artículo para el hogar y propina en efectivo. Una vez que tengas la información, organiza los números por categorías, como gasolina, compras en supermercados e hipoteca, y obtén el total de cada una. Usa tus estados de cuenta de tarjeta de crédito y bancario para asegurarte de que todo está correcto, y de que no olvidaste nada.

Evita usar tu tarjeta de crédito:

Otra sugerencia importante para saber cómo administrar el dinero está estrechamente relacionada con el punto anterior. Las tarjetas de crédito representan una gran comodidad para el consumidor, además de ser el método de pago en línea más común.

Sin embargo, el consejo es que trates de evitar usarla cuando tengas efectivo para pagar algo. En muchas partes del mundo, cuando realizas pagos a crédito (o en cuotas), terminas pagando intereses, gastando así más de lo que pagarías si lo hicieras al contado.

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No ignores los pequeños gastos:

Los servicios que cobran directamente a través de tu tarjeta de crédito, como Uber o aplicaciones y sitios que entregan comida, pueden actuar como trampas para quien quiere ahorrar. Eso se debe a que uno gasta dinero sin darse cuenta y cuando llega la factura, llegan las sorpresas.

Por eso es aconsejable que no pases por alto estos pequeños gastos. Por mucho que hagas viajes cortos en Uber, por ejemplo, pueden acumularse y convertirse en un problema a fin de mes.

En la medida de lo posible, usa el transporte público o camina. Dependiendo de la distancia, puede salirte mucho más barato. Por supuesto, no estamos diciendo que nunca debas usar aplicaciones de publicación o entrega compartidas. Solo asegúrate de no exagerar, o úsalos cuando no haya una alternativa más económica.

Establece objetivos financieros:

Antes de seguir adelante es importante conocer la diferencia entre metas y objetivos. Aunque estemos acostumbrados a usar estas dos palabras indistintamente, pueden tener ciertas diferencias de significado:

Los objetivos representan lo que queremos lograr a largo plazo, mientras que las metas, por otro lado, representan acciones concretas, cuantificables y con plazo predeterminado.

Por ejemplo, si tu objetivo es aumentar los ingresos por ventas de tu negocio, tus metas, a su vez, podrán ser duplicar el número de transacciones en los próximos seis meses, aumentar el ticket promedio de tus clientes en un 50%, etc.

Busca algo que realmente te apasione:

Muchos emprendedores y empresarios exitosos entienden que es muy diferente hacer algo que uno ama a trabajar en algo que no te motiva. Si bien hay que pagar las cuentas, para crear un efecto dominó tienes que empezar por el primero: hallar aquello que más quieres hacer con tu tiempo y talento.

Para todo hay un mercado, siempre y cuando demuestres con acciones efectivas que tu interés va más allá del monetario. Cuando tu mente está enfocada en conseguir la abundancia y riqueza, las ideas fluyen por doquier. Lo importante es mantenerse fiel al propósito de contribuir a la vida de los demás.

Decídete a emprender sin miedo:

Aunque sea mucho más fácil decirlo que hacerlo, esto va en sintonía con hacer lo que más te guste. Muchos soñamos cada día con tener más tiempo para otras cosas, olvidarnos del horario y no tener que responder a jefes. Lo más seguro es que no será fácil, pero tienes todas las herramientas para alcanzar el éxito.

Considera que al menos 2/3 partes de los millonarios nunca recibieron una herencia y no tienen mega corporaciones. De su experiencia, conocemos que manejan presupuestos pequeños, invierten su capital de forma inteligente y viven como monjes, por lo que no gastan en las frivolidades que nos tientan.

Separa al menos el 10% de tus ingresos cada mes:

Antes de pagar los gastos fijos, trata de reservar al menos el 10% de tu renta para invertirlo. Esta será una excelente manera para entender de forma simple cómo administrar el dinero, en caso de que no tengas mucho tiempo para hacer algunos cálculos. Si ganas un sueldo fijo mensual, esto significa que debes separarlo del mismo. Si trabajas como autónomo, ese porcentaje se separa de todas tus ganancias del mes.

El objetivo aquí no es sólo ahorrar dinero por un período de tiempo hasta poder gastarlo en algo superfluo, sino aplicar ese valor para que pueda rendir intereses y convertirse en un patrimonio importante en el futuro. Al principio puede ser difícil “abandonar” ese 10%, pero si te enfocas en el resultado a largo plazo y logras adaptar tu estilo de vida sin hacer grandes sacrificios, en menos de un año ya comenzarás a ver los primeros resultados.

Paga al contado siempre que puedas:

Esto puede sonar a cliché, pero cualquier especialista en finanzas nos dirá que una de las formas más efectivas de cómo administrar el dinero, tiene que ver con comprar algo sólo cuando tengamos el dinero para hacerlo.

Es por esto por lo que realizar un solo pago (o usar una tarjeta de débito, por supuesto) es una excelente estrategia para ahorrar dinero, ya que evitas gastar un dinero que realmente no tienes. Muchas tiendas en todo el mundo ofrecen ofertas especiales y descuentos para pagos en efectivo. Esto significa que puedes ahorrar dinero y pagar menos por un producto o servicio.