Los malos hábitos alimenticios y un estilo de vida sedentario hacen estragos en el funcionamiento del estomago. Cuando seguimos una alimentación deficiente el intestino tiende a almacenar en sus paredes toxinas y desechos que se derivan en gran parte de las dolencias digestivas más comunes, como el caso del estreñimiento, la inflamación, el colon irritable, las flatulencias, la distensión abdominal entre otros. Si recientemente te sientes pesado y con constantes inflamaciones probablemente sea momento de realizar una desintoxicación.
Son desintoxicantes y te permitirá una mejor digestión
ALGUNAS FRUTAS
Limón:
Es un fruto desintoxicante por excelencia que, además de limpiar la sangre, mejora la digestión y la salud renal. Además de toda la vitamina C que contiene, potencia la alcalinidad del cuerpo, lo que ayuda a balancear la acidez de las comidas que consumimos y conservar así el equilibrio.
Contribuye a reducir problemas relacionados con la retención de líquidos y la acumulación de toxinas, por lo que es altamente recomendable para conseguir depurar el cuerpo. Es recomendable exprimir el jugo de un limón en agua caliente y tomarlo cada mañana, ya que si está fría puede afectar el organismo y frenar los beneficios.
Manzana:
Su principal virtud para mejorar el sistema digestivo radica en su alto contenido en pectina, que es un tipo de fibra que tiene la peculiaridad de reducir los altos niveles de colesterol, favorece la eliminación de toxinas, es un buen complemento para combatir los principales males digestivos como la inflamación, el dolor y el estreñimiento. Se puede consumir cruda en zumos, batidos y ensaladas o cocida, en forma de compota. Combina fácilmente casi con cualquier fruta desintoxicante.
Melón:
La mayor parte del melón está compuesta por agua. Junto a sus antioxidantes, lo destacan como un poderoso digestivo y desintoxicante. Su acción diurética combate la retención de líquidos y facilita la eliminación de desechos a través de la orina. Contiene vitaminas del complejo B, necesarias para sobreponer las funciones del cuerpo ante ciertos excesos. Sus vitaminas y minerales sobreponen la pérdida de nutrientes que produce la deshidratación ante el consumo de bebidas alcohólicas. Mejora la digestión de los alimentos irritantes y neutraliza el exceso de jugos ácidos.
Piña:
La piña tiene un alto contenido en fibra, facilita las digestiones y es muy poco calórica. Además, su elevado contenido en agua le confiere un alto poder saciante y una gran capacidad diurética. Es ideal para las personas con sobrepeso, pues es un quemador natural de grasa, además de servir como depurativo. La piña ayuda a librarse de la retención de líquidos y de las toxinas. Puede cocerse o tomarse en forma de zumos, batidos o incluso en ensaladas.
Pera:
La pera al no contener sodio ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en el cuerpo. Una de sus propiedades es su alto contenido en calcio, potasio, fósforo y magnesio. Es diurética, antioxidante, tiene propiedades saciantes y mejora el tránsito intestinal. La pera tiene un sabor dulce y una textura suave que permite combinarla en postres y zumos. Un batido de pera y piña puede ser una opción perfecta para incluir estas frutas en la alimentación.
Papaya:
La papaya es una gran diurética y antioxidante, tiene un alto contenido en fibras vegetales, muy pocas calorías, además de vitaminas A, C y B, calcio, hierro y fósforo, por lo que es una aliada importante pensando en limpiar de toxinas el cuerpo y ayudar a bajar peso. Se puede tomar en batido o incluso en ensalada con unas gotas de limón que realza su sabor y aumenta aún más sus poderes détox en cualquier momento del día. En el desayuno se pueden incorporar unas pocas de sus semillas, que también favorecen la limpieza. Combinadas con un zumo de naranja, aún mejor.
Kiwi:
Ayuda en la digestión y mejora el tránsito intestinal, por lo que previene el estreñimiento. Contiene vitamina C, fibra y potasio. Se aconseja consumirlo por la mañana en el desayuno para reforzar el sistema inmunológico, controlar la hipertensión, evitar el cáncer, las alergias y los resfriados.
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Ciruelas:
Son ricas en azúcares y en fibras digestivas. Sus compuestos antioxidantes protegen las células contra el impacto negativo de las toxinas provenientes de los alimentos y el alcohol. Sirven como “alimento” de la flora bacteriana del intestino, evitando bajas en las defensas. Tienen un ligero efecto antiinflamatorio que combate la hinchazón abdominal. Su poder energético sobrepone el cuerpo ante el cansancio causado por el trasnocho y los malos hábitos de estas fechas. Existen muchas maneras de consumirlas: frescas, secas, en mermeladas o jaleas.
Agua de Coco:
El agua de coco contiene un alto índice de minerales, tiene más potasio que las bebidas isotónicas artificiales, y se recomienda para evitar la retención de líquidos. Otra de sus virtudes, si lo que se quiere es bajar de peso, es su bajo contenido en calorías (apenas 46 calorías por un vaso de agua de coco), y sus propiedades diuréticas.
