Se defiende y afirma no estar involucrado en algún hecho irregular
Después de un período de varias semanas, la comisión de Ética fue finalmente establecida. Mediante una votación mayoritaria, los miembros del equipo seleccionaron a Diego Bazán, parlamentario de Avanza País, como el nuevo presidente para el período 2023-2025.
En sus expresiones iniciales como líder de la comisión, Bazán comunicó que el equipo llevará a cabo su reunión este jueves, a las 9:00 am. El primer asunto a examinar será el que está relacionado con Alejandro Soto, el presidente del Congreso.
“Convocaremos a nuestra primera sesión este jueves 31, a las 9 a.m., a fin de revisar el caso de Alejandro Soto por diversos hechos que vienen siendo materia de cuestionamientos y teniendo en consideración que el mismo parlamentario ha solicitado dar respuesta ante la comisión”, afirmó.
En una conversación con el canal del Parlamento, Soto aseguró que participará en la comisión. De manera similar, expresó su disposición a «bajar al llano» para dar una explicación pública de que no tiene ninguna conexión con actividades irregulares o delictivas. “Yo me muestro firme, transparente y con documentos ante el país”.
El representante del partido Alianza para el Progreso (APP) mencionó que posee un informe proveniente del Registro de Deudores por Reparaciones Civiles (Redereci), el cual indica que no mantiene ninguna obligación pendiente con ninguna entidad. En consecuencia, reafirmó su idoneidad para cumplir con su rol en el ámbito público.
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“Tenemos que ser respetuosos de lo que dicta un poder del Estado. Si el Poder Judicial dice que Alejandro Soto no tiene antecedentes penales, judiciales y policiales, hay que respetar ese documento. Si el Registro de Deudores por Reparaciones Civiles (Redereci) dice que no soy deudor, esos dos documentos demuestran que yo tengo legitimidad para desempeñar la función pública”, agregó.
Por su parte, el dominical Cuarto Poder obtuvo acceso a conversaciones que indicarían que mensualmente los empleados del presidente del Congreso entregaban dinero como parte de una contribución aparentemente opcional en apoyo al legislador.
Ese dinero se utilizaba para cubrir los costos de promocionar las publicaciones de Soto en plataformas como Facebook, lo que resultaba en un mayor alcance para las noticias que le beneficiaban, es decir, eran visualizadas por un público amplio.
Además, se informó que los colaboradores de Soto emplearon perfiles ficticios para lanzar ataques en plataformas digitales contra otros parlamentarios, como Luis Aragón, Guido Bellido y Ruth Luque.