La exposición a riesgos en el trabajo afecta tanto a hombres como a mujeres; sin embargo, para trabajar de forma efectiva en la prevención de enfermedades es necesario tomar en cuenta las diferencias que existen entre ambos géneros, ya sean biológicas o sociales.
En el Perú, entre el 2011 y el 2015, se registraron más de 80 mil accidentes de trabajo letales y no letales, incidentes peligrosos y enfermedades ocupacionales y, aunque más del 90% se dieron en hombres, se ha evidenciado una tendencia de aumento en las mujeres.
De acuerdo con Dra. Ana María Llerena, gerente médico corporativo de Pulso Salud, el incremento se debe a que la participación de la población femenina en la actividad económica peruana registra avances en los últimos años. “En la actualidad existe una mayor presencia de mujeres en rubros en los que antes no eran consideradas, como lo son la minería, pesca, agroindustria y textilería. Por ello, es necesario que las empresas implementen estrategias personalizadas de seguridad y salud en el trabajo, que permitan identificar cuáles son los riesgos de exposición de todo trabajador y, con ello, establecer correctamente un plan de prevención para mantener y resguardar su bienestar”, resalta.
En ese sentido, a continuación, la Dra. Llerena señala tres riesgos laborales que pueden afectar a las mujeres y que toda empresa debe prestar atención para controlarlos oportunamente:
- Ergonómicos: Muchas de las tareas asignadas al género femenino suelen demandar movimientos repetitivos de los miembros superiores a un ritmo muy rápido; agudeza visual que requiere de una posición forzada del cuello para percibir los detalles; una postura estática, sentada o de pie sin movilidad. También, ciertos empleos principalmente desempeñados por mujeres demandan un trabajo muscular dinámico de levantamiento de peso, por ejemplo, el trabajo en guarderías, en los que deben cargar a los niños o el personal de sanidad que debe manipular pacientes.
De este tipo de actividades, algunas de las enfermedades más frecuentes en mujeres son: lumbalgias, hernias en la columna, osteoartritis, tendinitis, hombro congelado, síndrome del túnel carpiano que afecta a las manos, entre otros.
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- Psicosociales: Son aquellas condiciones presentes en una situación laboral directamente relacionadas con la organización y la realización del trabajo, es decir, la cantidad de tareas, la dificultad de estas, la estructura jerárquica de la compañía, el diseño de la oficina, el salario, la estabilidad, la flexibilidad, entre otros factores. En este sentido, se ha demostrado que las mujeres concentran el mayor nivel de riesgo debido a su doble función, ya que suelen ser las encargadas de las labores domésticas a la par del trabajo remunerado, minimizando su descanso.
Estas situaciones están vinculadas con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, trastornos mentales y musculoesqueléticos. Por ello, las evaluaciones preventivas en las empresas se deben basar en la evaluación de estos riesgos, a fin de desarrollar estrategias que aporten en la mejora de las condiciones de trabajo y en la gestión del estrés.
- Químicos: Diversos estudios han descrito la influencia del sexo o condicionantes biológicos de hombres y mujeres en la absorción de contaminantes químicos y en los daños que podrían generar a su organismo. Por ejemplo, las mujeres suelen tener un 15% más de grasa corporal que los hombres, por lo que algunas de estas sustancias tóxicas se acumulan con mayor facilidad y, dado que los procesos hormonales son diferentes, puede generar efectos diferenciados en ambos géneros.
En el caso de las mujeres, esto podría afectar su salud reproductiva, al provocar el desarrollo de condiciones como endometriosis, alteraciones del ciclo menstrual, infertilidad; además de enfermedades oncológicas como cáncer de mama u ovarios.
Por último, la Dra. Llerena resalta la importancia de la gestión integral y personalizada de la salud ocupacional para que sea efectiva y oportuna, y que esté alineada con el entorno laboral y necesidades de los colaboradores. “En Pulso Salud ofrecemos una serie de servicios personalizados, acorde al sistema integrado de gestión de cada empresa, que van desde la realización de exámenes médico-ocupacionales, la asignación de profesionales encargados de implementar y ejecutar planes de acción en salud y vigilancia, hasta servicios preventivos con las pruebas de detección COVID-19 de la más alta calidad”, finaliza.
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