La marca de helados Artika nació como un hobby de 4 hermanos y hoy, la empresa lleva más de 25 años en el mercado peruano.
En 1978, los hermanos Yolanda, Pedro, Francisco y José Mejía, originarios de Quillabamba, Cusco, comenzaron un negocio familiar centrado en elaborar y vender paletas artesanales. Lo que iniciaron como un pasatiempo pronto se transformó en un emprendimiento exitoso que hoy en día destaca como una de las marcas de helados más emblemáticas del Perú: Artika.
El pequeño negocio familiar empezó a vender sus helados en las ferias de los pueblos cercanos, compartiendo así la herencia culinaria transmitida por sus ancestros. Con el tiempo, la popularidad de sus productos creció, conquistando primero la ciudad de Arequipa y luego expandiéndose a otras partes del país, como Huancayo y finalmente Lima.
Aunque al principio la marca no tenía un nombre específico, en 1992 los hermanos decidieron llamarla Alaska. Sin embargo, tuvieron que cambiar este nombre más tarde por Artika debido a un problema legal con otra empresa que ya tenía patentado el nombre Alaska.
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La historia de éxito de los helados Artika no se limita a su nombre; su ascenso en el mercado peruano se debe en gran parte a la calidad de sus productos y su capacidad para innovar en sabores, como ron con pasas, aguaje, algarrobina y sauco, entre otros.