Al igual que hay alimentos que tienen una gran cantidad de agua en su composición, existen plantas que tienen propiedades diuréticas. La zarzaparrilla, la bardana, el saúco, la cola de caballo, la ortiga, y el diente de león son algunas de las más utilizadas en épocas anteriores: desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna. Cada una de ellas se ha preparado de diversas maneras, no obstante, una de las formas de aprovecharlas más común ha sido como bebida, a modo de infusión.
Conoce qué plantas son las más recomendables para tu salud
Hierbas con propiedades diuréticas
- Bardana
La bardana es una planta que se ha llegado a utilizar en el pasado incluso de forma tópica para tratar afecciones de la piel, desde el acné hasta la psoriasis. Ahora bien, cuando se toma la infusión de su raíz, lo que se viene a estimular es la micción y, por tanto, a eliminación de los líquidos acumulados.
- Saúco
Las flores de saúco tienen cierto efecto laxante y diurético, de allí que se haya recurrido a ellas para aliviar problemas como el estreñimiento en épocas anteriores. Por otra parte, estas flores fueron muy empleadas para tratar diversas afecciones respiratorias, calmar irritaciones e incluso disminuir la fiebre.
- Cola de caballo
La infusión de cola de caballo es una de las más comunes en tiendas naturales, herbolarios y supermercados. Cuenta con propiedades diuréticas que ayudan a evitar la retención de líquidos.
- Ortiga
La ortiga también es una planta con propiedades diuréticas, por lo que resulta ideal para favorecer la micción. En el pasado, se llegó a utilizar para tratar los problemas de los riñones o del hígado. Se han realizado estudios para averiguar si podría ayudar a reducir el azúcar en la sangre.
- Diente de león
El diente de león es una planta se puede encontrar prácticamente en cualquier lugar, dado que crece fácilmente en diversos sitios. También cuenta con propiedades diuréticas que, podrían ayudar a estimular la micción y, por ende, evitar la retención de líquidos.
Los remedios naturales preparados con estas hierbas no son capaces de garantizar, por sí solos, la cura de ninguna afección. Por ello, no deben sustituir nunca el tratamiento pautado por el médico.
Se recomienda consultar siempre con el médico antes de empezar a consumir infusiones de hierbas, sobre todo, si estamos tomando algún tipo de tratamiento. Esto es debido a que las hierbas interaccionan con los fármacos, causando reacciones desfavorables.