El crimen familiar que estremeció Brasil y que involucra a una diputada

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Diputada por el Partido Social Democrático de Brasil, Flordelis dos Santos de Souza, y el pastor evangélico Anderson do Carmo
Diputada por el Partido Social Democrático de Brasil, Flordelis dos Santos de Souza, y el pastor evangélico Anderson do Carmo

La diputada por el Partido Social Democrático de Brasil, Flordelis dos Santos de Souza, y el pastor evangélico Anderson do Carmo tenían una vida de pareja aparentemente buena. Vivían felices con sus 55 hijos, entre biológicos y adoptados, en su casa del barrio de Pendotiba, Niterói. Sin embargo, la alegría se vino abajo cuando la mujer asesinó a su esposo a balazos, con la ayuda de algunos de sus vástagos, en la madrugada del 16 de junio de 2019.

Pastor evangélico fue asesinado por sus hijos por orden de su esposa, la política Flordelis dos Santos de Souza. Cinco hijos y una nieta están presos pero el caso sigue sin ser resuelto

 

En el trágico día, la víctima fue trasladada inmediatamente al Hospital D’Or, pero las heridas de los 30 proyectiles fueron letales y le causaron la muerte. Al principio, Flordelis señaló que se trató de un violento asalto. El 17 del mismo mes, la policía detuvo a Flávio dos Santos, hijo biológico de la fémina, en el funeral de su padrastro por una orden de arresto por violencia doméstica. Horas después, las autoridades capturaron a Lucas dos Santos Souza, uno de los hijos adoptados, por ser la persona que compró el arma para perpetrar el crimen, la misma que fue encontrada el 18 en su habitación.

Ambos quedaron bajo investigación, confesaron el asesinato y los acusaron en agosto por homicidio calificado. Todos pensaron que las diligencias quedarían ahí, pero no. Los oficiales encontraron incoherencias en los testimonios de los familiares. Según la denuncia de los fiscales de Río de Janeiro, dos Santos “diseñó toda la operación criminal, preparó, alentó y convención a otros imputados a participar en el asesinato. El móvil sería el estricto control de las finanzas de Anderson, pues no permitía que beneficien a los allegados de Flordelis.

No fue el primer intento de asesinato

Hasta en seis oportunidades la diputada intentó acabar con la existencia de do Carmo. Ella habría mezclado arsénico en las comidas del fallecido para intentar matarlo por envenenamiento. No pudo lograr su cometido por el “eficaz seguro médico-hospitalario” del pastor evangélico. Sus intentos fallidos la llevaron a idear un plan efectivo para matarlo. En las pericias, se determinó que el agraviado recibió impactos de bala en sus genitales, lo cual le provocó que “agonizara con sufrimiento intenso e innecesario hasta su muerte”. Los hijos detenidos y de Souza también son acusados de intentar engañar a los investigadores. Lucas señaló que disparó por indicación de sus hermanos Wagner Andrade Pimenta y Alexsander Felipe Matos Mendes. Aparentemente, la madre y Flávio le ordenaron que realice esa confesión.

Asimismo, el expolicía Marcos Siqueira, quien se encuentra en prisión desde 2005 y su esposa Andrea Santos Maia estarían implicados por mediar las comunicaciones entre Flávio y Flordelis cuando visitaban a Lucas en la cárcel.

Permanece en libertad y con restricciones

Dos Santos de Souza goza de inmunidad parlamentaria, no puede permanecer en prisión preventiva o temporal y solo puede ser arrestada si existe un delito flagrante. Esta medida se les otorga a las autoridades por la Constitución Federal para evitar que se tomen detenciones arbitrarias o represalias con las personas que ocupen ciertos cargos. Pese a ello, la diputada no puede salir del país ni trasladarse a otra ciudad hasta que el caso se esclarezca completamente, tampoco puede tener contacto con otros testigos o acusados.

Para que Flordelis quede bajo arresto, la Cámara de Diputados tiene que recibir una copia de las investigaciones de la policía y una petición para tomar disposiciones administrativas. Ella solo puede ser juzgada por los más altos órganos judiciales de Brasil. El caso es profundamente investigado y analizado por el ministro Luís Roberto Barroso.

Hasta el momento, los que permanecen en la cárcel son los hijos André Luiz de Oliveira, Carlos Ubiraci Francisco da Silva, Marzy Teixeira da Silva y Simone dos Santos Rodrigues, quienes colaboraron con el envenenamiento y el asesinato. También está Adriano dos Santos, el hijo que manejó la carta que pretendía engañar sobre los colaboradores del delito acusando falsamente a sus hermanos, y la nieta Rayane dos Santos Oliveira, que también ayudó con el crimen.