Especialistas en derecho laboral y temas regulatorios advierten que este cambio sobre el spam podrían traducirse en recorte de personal y pérdida de clientes
Recientemente, el Congreso de la República aprobó una serie de medidas relacionadas con la protección del consumidor. Estas incluyen la prohibición de realizar visitas no solicitadas al domicilio del consumidor, ofrecer productos o servicios de manera persistente por teléfono, correo electrónico u otros medios (spam), o hacer caso omiso de la solicitud del consumidor para detener tales actividades. También se implementó una restricción en el envío de publicidad sin el consentimiento previo del consumidor.
Es cierto que esta disposición legislativa tiene un impacto significativo en diversas industrias y empresas que utilizan estrategias de marketing directo, como los call centers y las empresas de envío de correos electrónicos y publicidad. Aunque estas medidas buscan proteger los derechos de los consumidores y evitar prácticas invasivas, también pueden tener consecuencias económicas y laborales para las empresas que dependen de estas estrategias de ventas y promoción.
La opinión de la abogada Patricia Kcomt es relevante, ya que resalta un posible efecto colateral de estas regulaciones en el sector empresarial. Es cierto que las restricciones en las actividades de marketing y ventas pueden afectar la relación con los clientes y, en última instancia, impactar en los resultados financieros de las empresas que dependen de estas prácticas.
En el caso de los call center, donde se realizan actividades de telemarketing y ventas por teléfono, estas restricciones pueden llevar a una disminución en la eficacia de las estrategias de venta. Esto, a su vez, podría afectar la rentabilidad de estas empresas y, en algunos casos, incluso poner en peligro su viabilidad económica.
Esto impactaría en el personal, el cual se vería reducido, teniendo en cuenta que al cesar a los trabajadores se les tendría que efectuar sus pagos y el otorgamiento de otros beneficios laborales, en caso de no hacerlo, los trabajadores podrían tomar acciones judiciales y reclamar el pago de beneficios laborales a la empresa usuaria.
“Es importante realizar una revisión de los contratos de prestación de servicios, las cláusulas de responsabilidad pactadas y de manera preventiva, supervisar el cumplimiento de obligaciones laborales de las empresas prestadoras de servicios”, sostiene Kcomt.
Se tienen que adaptar
La abogada Karina Quinde, especializada en temas regulatorios y compliance, destaca que las implicaciones de la norma y las medidas y controles que deben implementar las organizaciones para cumplir con las regulaciones pueden requerir tiempos significativos de adaptación para las diversas empresas. Esto sugiere que las empresas deberán realizar ajustes y modificaciones en sus procesos internos, estrategias de marketing y operaciones para cumplir con las nuevas regulaciones.
“A partir de ahora, las compañías de diferentes sectores e incluso, los call center para establecer ese contacto con el cliente necesitarán solicitar previamente el consentimiento del titular del dato personal. Esta modificación podría generar una paralización de actividades, sobre todo, en las empresas de call center, lo cual podría, incluso, llevarlas al cierre de sus operaciones”, explica Quinde.
Por tal motivo, también se transformarían las relaciones de consumo. Esto considerando que en muchas ocasiones los consumidores esperan que los llamen para obtener información sobre algún producto o servicio de su interés.
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