Ajo, prodigio natural curativo con diversos beneficios

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Ajo
Ajo

El ajo es un cultivo muy antiguo aprovechado por el bulbo que forma en la base de sus hojas. Es muy apreciado como condimento por el fuerte y característico sabor que presenta, y se utiliza sobre todo en la cocina mediterránea. Posee múltiples efectos medicinales, debidos a las sustancias azufradas que contiene.

Consúmelo en infusiones, crudo o con tus alimentos.

PROPIEDADES

El ajo nos aporta una gran cantidad de propiedades medicinales para nuestro bienestar. De hecho, se conocen más de 2000 componentes activos presentes en el ajo que nos ayudan a mantener un organismo más fuerte y sano. Algunos de estos componentes son los siguientes:

  • Aceites esenciales.
  • Quercetina
  • Fructosanos (ideal para reforzar nuestras defensas).
  • Gran variedad de vitaminas, sobre todo la C y la B6.
  • Minerales como calcio, manganeso, potasio o fósforo.

BENEFICIOS

Antibiótico natural:

Esto es gracias a la alicina, una propiedad que actúa como un antibacteriano y que ayudará a evitar la proliferación de bacterias en el organismo.

Bueno para el hígado:

El ajo es un excelente desintoxicante para nuestro organismo. Nos ayuda a depurar toxinas, a eliminar parásitos y a liberar del cuerpo metales pesados como el mercurio o restos de medicamentos que el hígado no puede procesar. El ajo es rico en vitaminas A, B y C, muy adecuadas para estimular las funciones hepáticas. Otra de sus virtudes es la de desinflamar, de ahí que sea muy saludable consumir un ajo diario en caso de tener el hígado graso.

Antitóxico:

Los sulfóxidos presentes en este ingrediente son ideales para evitar los metales pesados en el organismo, por eso, puede ser un gran remedio para mejorar tu salud de forma global y apostar por una vida cargada de bienestar.

Cuida nuestro aparato digestivo:

No se trata de comerse una cabeza de ajos cada día. La clave está en el equilibrio. Si nos acostumbramos a tomar el ajo como un medicamento cada mañana, en pocos días notaremos sus beneficios. Las digestiones se realizan mucho mejor porque el ajo estimula los ácidos gástricos y los alimentos se digieren y absorben adecuadamente.

Antifúngico:

Es un ingrediente ideal para evitar la aparición de hongos en el organismo. Muchos hongos son sensibles a este alimento, ya que los extractos de la planta ralentizan el crecimiento de los hongos y, por tanto, evitarán que crezcan en nuestro interior. Debido a eso, en muchos campos de agricultura se emplean extractos de ajo para evitar la aparición de hongos en las cosechas.

Disminuye el riesgo de parto prematuro:

Se ha demostrado que la ingesta de frutos secos y verduras como el ajo, reducen el riesgo de parto prematuro, ya que mantienen a raya las infecciones microbianas durante el embarazo.

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Ideal para combatir virus:

Algunos estudios reflejan cómo el ajo puede evitar la propagación de algunos virus, pero no se puede confirmar al 100% ya que, hoy en día las investigaciones siguen en su curso. Sin embargo, debido a los componentes naturales del ajo, es bastante probable que pueda actuar con un antiviral y evitar el contagio de algunas enfermedades como la gripe, los resfriados, etc.

Reduce la presión sanguínea:

Es debido a que el ajo ayuda a producir una mayor cantidad de ácido nítrico, un componente que diluye más la sangre y que, por tanto, contribuye en la presión arterial. No obstante, es importante tener en cuenta que el ajo siempre es algo complementario al tratamiento médico que sigas para tratar tu presión alta, nunca debe considerarse como un tratamiento en sí mismo.

Poderoso antioxidante:

Es ideal para mantener el organismo en perfectas condiciones y evitar la oxidación de las células. Esto se debe gracias a los numerosos antioxidantes presentes en el ajo, que ayudan a neutralizar los radicales libres y a mantener el cuerpo más joven y protegido. La alicina es uno de los antioxidantes más poderosos presentes en el ajo.

Reduce el colesterol malo:

El ajo es un ingrediente muy poderoso ya que actúa regulando los niveles y reduciendo la presencia del colesterol malo (LDL). De hecho, en Estados Unidos muchos ciudadanos consumen extractos de ajo para conseguir equilibrar el colesterol.