Tratamientos de mononucleosis infecciosa

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mononucleosis infecciosa
mononucleosis infecciosa

La mononucleosis infecciosa es una enfermedad provocada por un virus de la familia de los herpes. También conocida como la enfermedad del beso, causa fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos, signo que suele producirse en el cuello.

Esta patología está provocada por el virus Epstein-Barr (VEB) en el 90 por ciento de los casos, aunque también puede estar causada por otros virus, como el citomegalovirus (CMV). En Se calcula que en torno al 90-95% de los adultos son portadores del VEB, pero no siempre cursa con síntomas.

La mononucleosis es una enfermedad que afecta en mayor medida a escolares, adolescentes y adultos jóvenes. Es menos frecuente en niños preescolares (en la mayoría de las ocasiones, si están infectados carecen de síntomas visibles) y es muy inusual que se produzca en el primer año de vida. La incidencia máxima de la infección se produce entre los 15 y los 24 años de edad.

Causas

La mononucleosis o enfermedad del beso está producida por un virus de la familia herpes-viridae llamado virus de Epstein-Barr, que está distribuido por todo el mundo. Se transmite principalmente por las secreciones orales (saliva) mediante intercambio de saliva, es decir, con un contacto personal estrecho, ya que posee un bajo índice de contagio.

Síntomas

La enfermedad tiene un periodo de incubación de entre 10 y 15 días durante los cuales no se notan síntomas. Cuando la enfermedad comienza a manifestarse, de 7 a 14 días se produce malestar general, cefalea, astenia, mialgias o dolores de abdomen, aunque a veces el inicio es brusco o agudo y el paciente presenta de forma repentina fiebre alta.

El dolor de garganta es uno de los síntomas más habituales de la mononucleosis infecciosa.

En términos generales los síntomas son:

  • Fiebre, generalmente elevada.
  • Astenia: debilidad muscular, a menudo con malestar general y fatiga.
  • Linfadenopatía o inflamación de los ganglios linfáticos cervicales u occipitales. Resulta muy dolorosa.
  • Faringoamigdalitis: inflamación del revestimiento interno de la faringe y amígdalas, generalmente por infección. Se traduce en dolor de garganta.
  • Esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo). En muchos casos, el aumento del tamaño de los ganglios es generalizado en ingles, axilas, o en la epitróclea (prominencia ósea que se localiza en la parte interna del codo).
  • La hepatitis es tan frecuente (hay alteración de las pruebas hepáticas en un 80 por ciento de los casos), que se considera otra característica del cuadro sintomático.
  • Otros síntomas que pueden aparecer son rinitis o edema de párpados.

Es muy frecuente en estos pacientes una erupción si se administran ciertos medicamentos. Los síntomas de la enfermedad pueden prolongarse hasta dos o cuatro semanas. La fiebre desciende habitualmente en dos semanas, pero en ocasiones poco frecuentes puede durar más tiempo. La astenia persiste en algunos casos varias semanas y la esplenomegalia puede mantenerse hasta tres meses.

Prevención

En materia de prevención, las medidas que se pueden tomar inciden principalmente en una buena higiene; sobre todo, es importante lavarse las manos con frecuencia.

Además, es primordial evitar el contacto con recipientes o utensilios (como vasos, tenedores o cuchillos) que hayan sido utilizados por personas infectadas. También se recomienda mantener “la distancia terapéutica con las personas que presenten algún episocio de faringoamigdalitis”, resalta Fernando Pérez Escanilla, de la SEMG.

En diferentes países se están investigando vacunas para prevenir la infección por el virus Esptein-Barr, pero de momento no hay ninguna aprobada.

Tratamientos

La mononucleosis requiere de un tratamiento que esté dirigido a tratar los síntomas más que la enfermedad en sí. Se suele recomendar mucho reposo y dormir, para que la fiebre pueda remitir con la máxima rapidez y los ganglios linfáticos se alivien. Adicionalmente, pueden recetarse medicamentos para reducir la fiebre en el que caso de que ésta sea muy elevada, siempre que sea bajo prescripción facultativa. Los antibióticos no están indicados porque no es una infección producida por bacterias, sino por virus.

La gran mayoría de los casos se autorresuelven de forma satisfactoria, pero en un número reducido de pacientes pueden aparecer complicaciones que se traducen en infecciones adicionales que se desarrollan a causa de algunas bacterias y el médico puede prescribir antibióticos para tratarlas. En este caso, hay que tener en cuenta que algunos antibióticos, como la ampicilina, pueden provocar una reacción de hipersensibilidad en la piel, apareciendo por todo el cuerpo manchas rosas, pero es una reacción benigna que no causa más complicaciones.