Terapia de los imanes para regenerar los huesos

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magnetoterapia
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La magnetoterapia es uno de los métodos de aceleración en la regeneración ósea, mediante el uso del campo magnético. Ésta consiste en la aplicación de un campo magnético de baja frecuencia (entre 1 y 100 Hz) que va a generar una serie de cambios bioquímicos sutiles en muchos niveles, que se amplifican y que tienen un efecto sistémico. Uno de ellos es la actuación e incidencia sobre las células osteoblásticas, que se encargan de regenerar el hueso.

La magnetoterapia revitaliza el sistema circulatorio brindando bienestar y salud

La aplicación de esta terapia se hace mediante la colocación de dos imanes sobre las zonas del cuerpo humano en las que se quiere inferir. Si bien es cierto en estos últimos años no sólo se utiliza para la regeneración ósea sino también para el sistema circulatorio, antiinflamatorio, analgésico y estimulante de los mecanismos de inmunidad.

TIPOS

Magnetoterapia de baja frecuencia:

Máximo 150 Hz. Resultan particularmente indicados para el tratamiento de enfermedades que afectan a tejidos duros y estados inflamatorios. Se mide en Gauss.

Magnetoterapia de alta frecuencia:

Entre 18 y 900 MHz.  Se basa en la emisión de pequeños “paquetes” de ondas de radio de alta frecuencia, pero baja intensidad (unos pocos milivatios) que son particularmente adecuados para el tratamiento de enfermedades que afectan a los tejidos blandos.

En general, independientemente de la tecnología, para una buena compra será suficiente asegurarse de que el dispositivo proporcione programas con frecuencias ajustables o dedicadas que respeten las indicaciones del especialista o de la literatura del sector.

BENEFICIOS

Relajación Muscular:

Su uso ayuda a relajar el músculo, ya que libera tensiones musculares y provoca un efecto antiespasmódico. Se puede utilizar en cualquier zona del cuerpo donde se haya sufrido una lesión.

Vasodilatación:

Uno de los beneficios de la Magnetoterapia es un importante efecto vasodilatador, con lo cual repercute a diferentes niveles: interviene en la regeneración de tejidos, acelerando la producción de colágeno y sistemas antioxidantes del organismo; actúa como antiinflamatorio, aumenta el riego sanguíneo.

Estimulación de calcio:

El uso de la magnetoterapia estimula los huesos y el colágeno. En un estudio realizado en 1970 por Basset, Franck y Jackson, se demostró que el calcio se fijaba mejor en los huesos. Lo cual fue beneficioso para los casos de osteoporosis, fracturas óseas, artrosis y artritis. Además, el estudio obtuvo una reducción del tiempo de curación, pocas complicaciones y alta tasa de éxito.

Efecto Analgésico:

Uno de sus efectos más importantes por el hecho de liberar la presión y compresión sometidas en nuestro organismo, especialmente cuando se produce una lesión es su efecto analgésico. El magnetismo actúa sobre las terminaciones nerviosas que provocan la inflamación y al mismo tiempo se reduce el dolor que producen estas lesiones.

Relajación Generalizada:

La magnetoterapia también libera y aumenta el nivel de endorfinas que permiten curar o mejorar. No solo lo referente a la lesión, sino también situaciones de ansiedad, depresión, cefaleas, insomnio, etc.

¿CÓMO ES UNA MAGNETOTERAPIA?

Se tumba al paciente en una camilla que es de acero inoxidable (material amagnético). La zona por tratar se coloca en el centro y sobre él un utensilio llamado solenoide, que es el que produce campos magnéticos pulsados de baja o media intensidad, según el efecto que se quiera conseguir.

La magnetoterapia es una terapia que no aplica calor. Si notamos que el solenoide está caliente es por el paso de la corriente a través de él, pero este calor no se transmite al paciente. La duración de cada sesión depende de la patología a tratar y la zona. De forma habitual suelen durar alrededor de 30 minutos (entre 15 a 60 minutos). Se recomienda que, para que se favorezcan los efectos de la terapia, las sesiones se apliquen de forma continuada, pudiendo ser en días alternos.

Según los efectos que se quieran conseguir con la técnica, se pueden utilizar campos magnéticos de intensidad media-alta con los que predomina el efecto antiedematoso y la reparación ósea y de otros tejidos corporales, o de intensidad baja, con los que se consigue un efecto analgésico (disminución del dolor), de relajación muscular y activador del flujo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos.