Descubre la increíble historia de Frank Rubio, el astronauta que desafió todos los obstáculos en el espacio. Desde un récord de resistencia espacial hasta un peligroso incidente, su travesía es una verdadera lección de determinación y valentía.
Después de permanecer en el espacio durante más de un año debido a problemas con el sistema de refrigeración de la nave espacial Soyuz MS-22, Frank Rubio, el astronauta estadounidense de origen salvadoreño, ha establecido un récord para el vuelo espacial más prolongado realizado por un astronauta estadounidense.
En su travesía a bordo de la Estación Espacial Internacional, el astronauta estadounidense de origen salvadoreño, Frank Rubio, se propuso un objetivo: pasar seis meses en el espacio para comprender a fondo cómo el viaje espacial afecta al cuerpo humano en aspectos tanto fisiológicos como psicológicos.
Sin embargo, Rubio no solo estaba interesado en la exploración del espacio exterior; también tenía la intención de llevar a cabo un estudio pionero sobre una dieta mejorada diseñada específicamente para misiones espaciales. Esta dieta no solo implicaba una selección cuidadosa de alimentos, sino también la incorporación de ejercicios físicos como parte integral de su rutina diaria en el espacio.
Dentro de la estación espacial, Rubio se entregó a una estricta rutina de ejercicios en una bicicleta estacionaria y hacía uso de las máquinas de levantamiento de pesas disponibles. Estos ejercicios no solo mantenían su cuerpo en forma, sino que también formaban parte de la investigación sobre cómo mantener la salud física durante largas estancias en el espacio.
Pero la dieta no se quedaba atrás en términos de personalización y cuidado. Frank Rubio creó una dieta personalizada que incluía una selección de nutrientes provenientes de frutas, verduras y pescado. El objetivo principal de este estudio nutricional era analizar si esta dieta específica podía fortalecer su sistema inmunológico y mejorar el funcionamiento de su microbiota intestinal mientras estaba en el espacio.
Este experimento estaba en pleno desarrollo cuando, según relataron los dos cosmonautas rusos Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin, un fragmento de desechos espaciales habría sido responsable de causar una perforación en el radiador de la cápsula. Esto resultó en la suspensión inmediata de toda la investigación y, lo que es más preocupante, dejó a la tripulación sin sistema de refrigeración. Esta situación implicaba un riesgo significativo, ya que tanto los componentes electrónicos de la cápsula como los ocupantes estaban en peligro de sobrecalentamiento, lo que podría haber tenido consecuencias fatales.
A pesar de la situación, tanto Frank Rubio como los dos astronautas rusos lograron regresar sanos y a salvo.
“Los tres nos sentimos bien. Experimentamos más de cuatro veces la fuerza de la gravedad cuando la cápsula atravesó la atmósfera”– Prokopyev a los controladores