PBI caerá 0,5% y pobreza llegará a 28,7% de los peruanos

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PBI caerá 0,5% y pobreza llegará a 28,7% de los peruanos
PBI caerá 0,5% y pobreza llegará a 28,7% de los peruanos

Las expectativas económicas previas, que anticipaban un crecimiento del 0,9% hace tres meses, se ven eclipsadas por los efectos prolongados de las anomalías climáticas

Los indicadores económicos hablan por sí mismos, evidenciando que el Gobierno liderado por Dina Boluarte no ha logrado enderezar el rumbo económico del país. Según proyecciones del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), se prevé una caída del 0,5% en el Producto Bruto Interno (PBI) para el año 2023. Este panorama, apenas visible en la punta del iceberg, apunta hacia un escenario desafiante en el próximo año, donde se anticipa la violación de las reglas fiscales debido a la escasez de ingresos. La inversión privada continúa en números negativos, y las expectativas empresariales se mantienen en un pesimismo constante. Sin embargo, se destaca la proximidad de la inflación al rango meta, cerrando diciembre en un 3,1%, a un paso del rango objetivo del 1% al 3%.

La situación se torna aún más crítica al observar que siete sectores productivos finalizarán el año en números rojos. La pesca lidera la contracción con un 17,6%, seguida de la manufactura (-8,0%), la construcción (-8,0%) y la agricultura (-4,3%). Solo tres sectores muestran variaciones positivas, como se detalla en la tabla adjunta.

Las expectativas económicas previas, que anticipaban un crecimiento del 0,9% hace tres meses, se ven eclipsadas por los efectos prolongados de las anomalías climáticas. Ahora se espera la tasa más baja en más de dos décadas, remontándonos a 1998, excluyendo el impacto de la pandemia en el 2020, cuando el PBI cerró en un preocupante -0,4%.

Julio Velarde, presidente del BCRP, ha señalado que las protestas contra el régimen y el Congreso, así como la solicitud de una asamblea constituyente a principios de año, impactaron negativamente en un 0,8% del PBI. A su vez, los eventos climáticos, incluyendo el ciclón Yaku y El Niño Costero, golpearon la economía con aproximadamente un 1,5%.

Con una contracción del 0,5% en el PBI por segundo año consecutivo, Perú se situaría por debajo del promedio latinoamericano del 2,0%. Las cifras sugieren que solo superaríamos a países como Argentina (-2,5%) y Haití (-1,8%), según datos de la Cepal.

Este menor dinamismo económico tendrá un impacto directo en los índices de pobreza monetaria. Velarde adelanta que se espera una tasa del 28,7%, un aumento de poco más de un punto porcentual respecto al año anterior. En otras palabras, cerca de un tercio de los peruanos no contará con ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, una proyección que el Banco Mundial estima incluso más alta, llegando al 30%.

El exministro de Economía y Finanzas, David Tuesta, considera que las proyecciones de Velarde marcan el fin del optimismo del Gobierno. Advierte que el rebote proyectado del 3,0% para el año 2024 podría verse comprometido, ya que las expectativas empresariales continúan deteriorándose día a día.

Desde mediados de 2021, con el inicio de la gestión de Pedro Castillo, el pesimismo empresarial ha dominado la mayoría de los indicadores macroeconómicos recopilados por el BCRP. Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, destaca que el Poder Ejecutivo no ha logrado generar confianza entre inversores y consumidores, a pesar del cambio de liderazgo. Insiste en que los programas de inversión pública, como “Con Punche Perú”, se ven lastrados por el bajo desempeño de los Gobiernos subnacionales.

La inversión privada, que constituye el 80% de la inversión total, ha registrado cinco trimestres consecutivos en números rojos, y el BCRP anticipa una contracción aún mayor, oscilando entre -5,3% y -7,3%. En el sector minero, la disminución es aún más pronunciada, alcanzando el -14,1%. Esta situación pone de manifiesto una estabilización en niveles económicos bajos, sin capacidad de reacción ni un manejo efectivo de la economía, según Juan Carlos Odar, quien resalta que una prolongada caída trimestral sería un fenómeno inusual desde 1988, excluyendo el impacto de la pandemia. En resumen, la economía peruana enfrenta retos significativos que demandan una revisión exhaustiva y estrategias efectivas para superar esta situación crítica.

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