Le lavaron el cerebro y se convirtió en criminal con tan solo 19 años
Con aproximadamente 100 miembros, los seguidores de Charles Manson lanzaron un régimen de terror a través de toda California, cometiendo una serie de horribles asesinatos.
En la actualidad tiene 72 años y cumple cadena perpetua por ayudar a la secta Manson a matar al tendero de Los Ángeles.
Extrovertida y popular, Van Houten parecía tener un futuro brillante. Eso, antes de convertirse en una de las criminales más notorias en la historia de América. ¿Qué fue exactamente lo que influenció a Van Houten, quién parecía lleno de potencial, para recorrer un camino tan traicionero?
LA CHICA DEL LADO
Antes de terminar en primera plana debido a sus actividades violentas, Van Houten era como cualquier otra chica de preparatoria.
Comenzó a consumir como la mariguana y el hachís, antes de consumir sustancias más peligrosas como el LSD. A sus 15 años, Van Houten era una consumidora habitual de LSD; Salió embarazada y lo abortó.
CORTANDO LAZOS
Van Houten conoció a dos Hippies de nombre Bobby Beausoleil y Catherine “Gypsy” Share en el verano de 1968 y decidió abandonar su casa por segunda vez y acompañar a Beausoleil y Share en sus viajes.
Tan pronto como salió a la carretera, comenzó a hablar de un misterioso líder “parecido a Cristo” que tenía todas las respuestas a sus preguntas más apremiantes. Poco se imaginó a Van Houten que había conocido a dos miembros de una de las sectas más siniestras de la historia de Estados Unidos.
A sus 19 años, Van Houten se convirtió en uno de los miembros más jóvenes de la infame Familia Manson.
Cuando Van Houten llegó al rancho por primera vez, la familia Manson parecía tener una ideología pacifista, exhibiendo temas sobre el amor propio y la compasión hacia otros.
Para mantener a sus seguidores bajo su dominio, Manson se aseguró de proveerles de dosis regulares de LSD, a la vez que él se florecerá libre de drogas para mantener una mente clara.
LA TENSIÓN COMENZÓ A HERVIR
Según su compañera de comuna Barbara Hoyt, Van Houten se convirtió en una especie de líder de la familia Manson. Sin embargo, pronto comenzaron a formarse grietas en el culto de Manson.
Con el tiempo, la capacidad de Manson para entusiasmar a sus seguidores comenzó a desvanecerse a medida que muchos se desilusionaban con su movimiento.
Mientras que algunos no estaban de acuerdo con la ideología de Manson, otros simplemente perdieron la fe en él después de notar que ningún plan parecía estar en marcha.
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VERANO DE ASESINATOS
Incluso mientras perdía la fe de algunos de sus seguidores, Manson retenía la lealtad de un grupo de mujeres muy unidas que creía ciegamente que él era la segunda venida de Jesús.
Como resultado, estaban dispuestos a cometer cualquier acto horrible que provocara la profetizada guerra racial de Manson. Entre estas mujeres estaba Van Houten.
Para causar un verdadero caos, Manson seguramente a cuatro de sus seguidores que cometieran un asesinato. Es más, les seguramente que “hicieran un buen asesinato, tan malo como el que jamás hayan visto. Y que se queden con todo su dinero”.
El 8 de agosto de 1969 fue la fecha que Manson eligió para el asesinato de Sharon Tate y su esposo.
Sin saberlo, Roman Polanski se encontraba en Londres en ese momento, trabajando en su última película. Aun así, Tate se encontraba en casa, acompañada de un grupo de amigas.
Cuando Tate y sus invitadas quedaron dormidos, los seguidores de Manson cortaron las líneas telefónicas antes de escabullirse a la propiedad. Asesinaron a todos los concurrentes.
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EL TURNO DE VAN HOUTEN
Los siguientes objetivos de la familia Manson fueron el matrimonio Leno y Rosemary LaBianca, que eran propietarios de negocios muy destacados en Los Ángeles. Pronto se desataría el demonio sediento de sangre que había estado enterrado en lo más profundo del alma de Van Houten durante tanto tiempo.
Tras investigar la espantosa escena del crimen, la policía se acordará encontrar a los culpables. Tras meses de investigaciones, la policía pudo relacionar los asesinatos de Tate y LaBianca con la familia Manson.
El 29 de marzo de 1971, Van Houten fue declarada culpable de asesinato. Como resultado, recibió la peor condena disponible – la pena de muerte.
En 1977, Van Houten volvió a ser juzgada, pero el juez decidió durante la nulidad del juicio después de que el jurado permaneciera en punto muerto 25 días.
En las décadas siguientes, Van Houten tuvo la friolera de 19 audiencias de libertad condicional fallidas. Mientras que las audiencias 20 y 21 fueron exitosas, con la junta de libertad condicional acordando su liberación, los gobernadores de California en ese momento, a saber, Jerry Brown y Gavin Newsom, vetaron las decisiones.
