A disfrutar las vacaciones en talleres artísticos que les permita cambiar la rutina.
Las vacaciones de verano son una buena oportunidad para que los niños participen en algún taller artístico que les permita cambiar la rutina. Durante esta temporada, disponen de tiempo libre para descubrir, potenciar y explorar el artista que llevan dentro. Los expertos consultados coinciden en que la niñez es un buen momento para despertar la sensibilidad artística.
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Los beneficios del arte
Según Geraldine Sakuda, directora pedagógica de La Tarumba, los talleres de vacaciones complementan muy bien su proceso de aprendizaje, en especial en los ámbitos sociales y emocionales que fortalecen su autoestima. Y en programas vinculados al arte, sin duda, abundarán las experiencias que enriquecerán el espíritu.
Por su lado, Manuel Rodríguez Villegas, director de la carrera de Educación y Gestión del Aprendizaje de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), afirma que estos talleres permiten al niño o adolescente desarrollar determinadas habilidades, según la disciplina que elijan. Por ejemplo, la pintura y la cerámica impulsarán su pensamiento creativo, mientras que el teatro le ayudará a desarrollar la comunicación oral y la empatía.
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Algunos especialistas también hablan de que existen tres niveles en el aprovechamiento de los talleres. Luis Ramírez, director de Educación del Museo de Arte de Lima (MALI), afirma que en el primer nivel descubren que aprenden con el paso del tiempo. En el segundo, potencian su creatividad, su autoestima y su seguridad. Y en el tercer nivel, que desarrollan su sensibilidad, es decir, amplían su visión del mundo y los vuelve mejores seres humanos.
Sakuda agrega que estas actividades desarrollan mucho la capacidad de expresión del niño, así como su habilidad para resolver los problemas. También promueven su creatividad y su imaginación. “Todo ser humano es social y debemos tener la capacidad de relacionarnos con otros porque vivimos en sociedad”. Por ello, explica que el taller debe enfocarse en desarrollar el lado humano del participante. Así, afirma, se construirá un mejor país.
