En los últimos años, la máquina de ultrasonido ha mejorado, hasta convertirse en una herramienta diaria para la medicina. Veamos cómo ha cambiado y que significa para la ciencia.
El aparato de ultrasonido, mejor conocido como ecógrafo, es de las herramientas más útiles en la medicina actual. Esto debido a su bajo costo, fácil acceso y velocidad para realizar los exámenes en tiempo real. La herramienta ha ido evolucionando con el pasar de los años.
El ecógrafo ha pasado de ser un aparato que solo mostraba imágenes en escala de grises, (el cual se usa hasta la actualidad para el diagnóstico de diversas enfermedades), a mejorar la calidad de resolución para ver cada vez más problemas de salud que tiempo atrás no eran diagnosticados.
Por ejemplo, el uso del fenómeno Doppler, el cual sirve no solo para ver los vasos sanguíneos, sino también permite evaluar la velocidad de la sangre. Esto es de mucha utilidad en áreas quirúrgicas o clínicas por problemas de arterias, venas o el corazón.
Otros campos de utilidad son en el área de oncología y endocrinología. Con el aparato se puede observar lesiones en diversos órganos (hígado, tiroides, páncreas), y se usan nuevas técnicas y herramientas ecográficas. Un ejemplo es el contraste dinámico ecográfico y la elastografía.
Asimismo, es usado en el área de la traumatología y reumatología. Se crearon herramientas con la capacidad de mostrar a detalle las articulaciones, tendones, ligamentos, músculos entre otros. En la obstetricia es un elemento infaltable para poder controlar las gestaciones, pues permite evaluar no solo el desarrollo del nuevo ser, sino también evaluar el estado de la gestante.
El uso rutinario del ecógrafo se hace presente en las emergencias y urgencias de cualquier tipo por la facilidad y rapidez de su aplicación. Por todo esto, es muy probable que en el futuro abarque más ramas de la medicina.
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