Según los primeros datos de un estudio publicado en The Lancet Oncology, un programa de Inteligencia Artificial (IA) podría detectar cáncer de mama. Aunque es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre su eficacia, el estudio realizado en Suecia también señala que no hay riesgo de que los radiólogos utilicen software de IA para mejorar sus análisis.
En el estudio, aproximadamente 80,000 mujeres fueron divididas en dos grupos de tamaño similar. Ambos grupos se sometieron a mamografías, pero el primer grupo fue evaluado de manera convencional por dos radiólogos independientes, mientras que los datos del segundo grupo fueron examinados primero por un sistema de IA y luego por un solo radiólogo.
Los resultados mostraron que el grupo asistido por la IA no registró peores resultados e incluso se detectó un número ligeramente mayor de casos de cáncer. Además, la tasa de «falsos positivos», es decir, casos en los que el primer examen detectó erróneamente cáncer, fue similar en ambos grupos.
La adopción de esta tecnología podría reducir a la mitad la carga de trabajo para los radiólogos, ya que el procedimiento que involucra inteligencia artificial solo requeriría la revisión de un radiólogo. Sin embargo, se necesita más investigación y evidencia para determinar completamente la efectividad y utilidad de este enfoque.
Resultados positivos
Estos hallazgos son alentadores, ya que las pruebas de detección juegan un papel crucial en la lucha contra el cáncer de mama. En países como Francia, las pruebas de detección son muy comunes entre mujeres de 50 a 74 años, siguiendo las recomendaciones europeas.
«El gran potencial de la IA en este momento es que podría permitir a los radiólogos estar menos estresados por la cantidad excesiva de lectura» de análisis, dijo Kristina Lang, radióloga de la universidad Lund de Suecia y autora principal del estudio.
En este sentido, los investigadores tienen planeado comparar en dos años la tasa de cánceres que no fueron detectados inicialmente pero que posteriormente fueron diagnosticados. Sin embargo, los datos del estudio no proporcionan información sobre el riesgo de «sobrediagnóstico», es decir, la detección de lesiones que no habrían representado un cáncer peligroso sin tratamiento.