El salario mínimo ronda los 130 dólares al mes.
El presidente Nicolás Maduro confirmó que el esquema de indexación aplicado a ciertos bonos salariales continuará vigente durante 2025. En declaraciones al medio La Jornada, el mandatario destacó que esta medida ajusta los bonos al tipo de cambio oficial, aunque el salario mínimo permanece en 130 bolívares, equivalentes a aproximadamente 2,50 dólares según el Banco Central de Venezuela (BCV).
La última modificación del salario mínimo en Venezuela fue en marzo de 2022, cuando su valor ascendía a 30 dólares. Desde entonces, la inflación ha reducido significativamente su capacidad de compra. Aunque el gobierno ha impulsado bonos como el de Guerra Económica y el cestaticket, estos pagos no forman parte del salario base y no influyen en prestaciones laborales ni beneficios sociales.
Actualmente, los principales bonos que complementan los ingresos de los trabajadores son:
- Bono de Guerra Económica: 90 dólares mensuales.
- Cestaticket (bono alimenticio): 40 dólares al mes.
En total, estos bonos suman 130 dólares mensuales. Sin embargo, su exclusión del salario base significa que no se consideran para cálculos de aguinaldos, vacaciones o pensiones. Esta situación ha generado un clima de protesta entre trabajadores y sindicatos, quienes insisten en la necesidad de un ajuste que garantice ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas.
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Maduro aseguró que el gobierno busca «fortalecer» la recuperación del poder adquisitivo, pero no ofreció detalles sobre posibles aumentos al salario mínimo. Según el presidente, el éxito de la fórmula de indexación dependerá del crecimiento económico del país, un objetivo que enfrenta obstáculos como la hiperinflación y las limitadas reservas internacionales.
Expertos económicos cuestionan la efectividad de esta estrategia, señalando que la indexación de bonos no soluciona el problema estructural de los bajos salarios en Venezuela. Además, destacan que el ingreso real de los trabajadores sigue siendo insuficiente frente al costo de vida.
En este contexto, sindicatos del sector público han intensificado sus demandas por un incremento salarial que recupere el poder adquisitivo perdido. Mientras tanto, el gobierno mantiene su apuesta por los bonos indexados como mecanismo para aliviar parcialmente los efectos de la inflación en los ingresos de la población.