Gimnasia mental para mantener tu cerebro en óptimas condiciones

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GIMANSIA MENTAL
GIMANSIA MENTAL

Hasta hace no más de una década, se pensaba que las neuronas estaban poco menos que contadas, de manera que las funciones cerebrales y la actividad cognitiva que se iban deteriorando conforme pasaban los años era inevitable y no tenía vuelta atrás.

Activa la lateralidad de ambos hemisferios cerebrales que resulta muy útil cuando leemos o escribimos

Sin embargo, se ha observado que la neuroplasticidad del ser humano es mucho mayor de lo que se creía. Además, diferentes investigaciones empezaron a concluir que las personas con poca formación o que se desenvuelven en entornos poco estimulantes intelectualmente sufren un deterioro cognitivo mucho más rápido y más palpable que aquellos que, de una manera u otra, sí trabajan su mente. Es decir, hay hábitos y conductas que contribuyen a mantener el cerebro en forma.

 

EJERCICIOS MENTALES PARA EL CEREBRO

Marcha cruzada:

Consiste en colocar y levantar levemente la rodilla derecha y tocarla con el codo izquierdo flexionado, luego volver a una posición inicial, y posteriormente realizar el mismo movimiento, pero, al contrario; es decir, levantar levemente nuestra rodilla izquierda y tocarla con nuestro codo derecho debidamente flexionado.

Entre sus beneficios, este ejercicio activa la lateralidad de ambos hemisferios cerebrales haciendo que trabajen en conjunto, útil cuando leemos o escribimos e incluso en las matemáticas. Adicionalmente, activamos nuestro funcionamiento mente-cuerpo, por lo cual esta rutina es muy útil cuando vamos a hacer alguna actividad como deportes o bailar. Ayuda a formar más redes neuronales y mejora el balance de nuestra actividad nerviosa.

Botones del cerebro:

Consiste en colocar las piernas abiertas de forma moderada, a la vez que la mano izquierda se posa sobre el ombligo presionando levemente. Por otra parte, con los dedos índice y pulgar de la mano derecha presiona las arterias carótidas (que son las que van del corazón al cerebro), en el cuello, así mismo apoya la lengua al paladar y masajea por 20 o 30 segundos.

Al principio quizá notarás que esta zona esté un poco tensa y puede hasta doler un poco, después de realizar varias veces este ejercicio y con el pasar de los días verás como la tensión disminuye y obtendrás un mejor grado de relajación.

Adicionalmente, ayuda a normalizar la presión sanguínea, activa y mejora la actividad del cerebro, estabiliza la presión normal de la sangre al cerebro, optimiza el funcionamiento del sistema vesicular que es el encargado de controlar el equilibrio y ayuda a aumentar la atención cerebral.

La lechuza:

Pon una mano sobre el hombro del lado contrario, apretándolo firme, y gira la cabeza hacia ese lado. Respira profundamente y bota el aire girando la cabeza hacia el hombro contrario. Repite el ejercicio con el otro lado. Entre sus beneficios estimula la comprensión lectora y libera la tensión del cuello y hombros.

Doble Garabateo:

Dibuja con las dos manos al mismo tiempo, hacia adentro, afuera, arriba y abajo. Este ejercicio estimula la escritura y la motricidad fina.

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El ABC:

Escribe en una hoja de papel el abecedario completo en letras mayúsculas, luego escribe al azar debajo de cada letra las letras “d, i, j” cuidando de que no te queden debajo de las D, I, J mayúsculas. Pega la hoja en una pared a la altura de tus ojos.

Lee en voz alta el abecedario escrito en mayúsculas, si notas que debajo de la letra mayúscula que lees hay una “i” minúscula, sube tu brazo izquierdo, al ver una “d” sube tu brazo derecho y al ver una “j” sube ambos brazos. Realiza estos movimientos de forma coordinada con la lectura en voz alta de cada letra.

Realiza esta actividad desde la “A” hasta la “Z” y luego de la “Z” a la “A”, si te equivocas en el camino sacude tu cuerpo y vuelve a comenzar desde el principio. Repite cuantas veces sea necesario hasta que logres no equivocarte.

Este tipo de ejercicio activa tu sistema nervioso y lo prepara para cualquier eventualidad, por lo que este ejercicio cerebral es muy recomendado para ser realizado antes de resolver cualquier problema o al intentar aprender algo de mucha dificultad.

Además, activa la relación mente-cuerpo y genera una integración consciente en tu inconsciente al permitir una atención múltiple entre tu visión, tu audición y tus movimientos. A través del ritmo permite que logres una mejor concentración.

Bostezo enérgico:

Pon la yema de los dedos en las mejillas, simula un bostezo y haz presión con los dedos. Este ejercicio estimula la expresión verbal y la comunicación. También oxigena el cerebro, relajando la tensión del área facial y mejora la visión.

Ocho perezoso o acostado:

Dibuja imaginariamente o con lápiz y papel, un número ocho de tamaño grande de manera horizontal (como si fuera el símbolo de un infinito). Se comienza a dibujar en el centro y se continúa hacia la izquierda, se vuelve al centro y se termina el ocho al lado derecho. Este ejercicio estimula la memoria y la comprensión.

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Sombrero del pensamiento:

Pon las manos en las orejas y trata de “quitarle las arrugas” empezando desde el conducto auditivo hacia afuera. Entre sus beneficios, estimula la capacidad de escucha y ayuda a mejorar la atención, la fluidez verbal y a mantener el equilibrio.