Está demostrado, con audios y testimonios, que Alberto Fujimori utilizó su celda en la Diroes para intervenir en las elecciones de 2020 y armar parte de las listas de Fuerza Popular al Congreso.
Sostienen que deben pronunciarse sobre caso Fujimori
La olla fue destapada por el l excluido candidato de Puno Crisóstomo Benique, cuando difundió una conversación con Fujimori, en la que coordinan su inscripción y acuerdan una visita a la Diroes. “Tú vas a ser congresista con el número cuatro”, le dijo el expresidente.
Otro candidato puneño, Roger Limachi, reconoció luego que aceptó también postular por Fuerza Popular tras una invitación directa del ex mandatario, quien lo contactó a través de terceros.
Expertos en derecho constitucional y en temas electorales calificaron esta situación como “un grave daño a la vida partidaria y democrática del país” y demandaron un pronunciamiento de las autoridades electorales.
Sin embargo, hasta el momento, se ha optado por un silencio preocupante.
El constitucionalista Omar Cairo consideró que las coordinaciones de Fujimori con candidatos naranjas, mientras cumple una condena por violación de derechos humanos, son una clara infracción a nuestra Carta Magna.
“Un condenado con sentencia firme tiene suspendida su ciudadanía y, en consecuencia, también sus derechos políticos. Entonces, esta intervención política de un condenado es una clara violación de la Constitución”, aseguró.
Y añadió “Creo que es peligroso para la democracia que una lista parlamentaria sea elaborada con la participación de un preso”.
Por su parte, el politólogo y exjefe de la ONPE, Fernando Tuesta coincidió en reconocer la gravedad de la situación y demandó un pronunciamiento de las autoridades electorales.
Tuesta agregó que si el Tribunal de Honor del Pacto Ético se ha pronunciado por otras situaciones, debería hacerlo ahora por esta grave injerencia del sentenciado.
El experto en derecho electoral José Manuel Villalobos coincidió en que el Tribunal de Honor podría manifestarse, pero estimó que la sanción política tendría que recaer en Keiko Fujimori, por permitir que su padre retome el control partidario.
