Estas son las mejores posturas para meditar

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La meditación no se trata solo de la mente, también se trata del cuerpo. Conseguir una postura correcta es clave para mantenerse relajado y alerta en lugar de estar tenso o disperso. Sin eso, es casi imposible concentrarse en el momento presente.

Lograrás mayor relajación y concentración para sentirte aliviado

Lo más probable es que cuando comiences a meditar te sientas un poco incómodo. Es normal y forma parte del proceso. Encontrar la postura de meditación ideal y la disposición de los asientos puede llevar un tiempo.

PARTES DEL CUERPO Y POSTURAS

Sentarse:

Depende de la flexibilidad de las caderas. Algunas personas, cuando meditan, prefieren cruzar las piernas, otras utilizan algún tipo de cojín o banco de meditación. También se puede sentar en una silla. Lo importante es sentirnos cómodos y relajarnos.

Columna vertebral:

La columna vertebral debe estar lo más recta posible. La forma de respirar ayuda a mantener la columna vertebral alineada. Además, este hábito ayuda a corregir la postura corporal. Prestar atención a cuando nos encorvamos y volver a una correcta posición de la columna, evita diferentes problemas de salud.

Manos:

Se apoyan las manos sobre los muslos con las palmas extendidas.

Cara:

Se coloca el mentón ligeramente hacia adentro y la parte posterior del cuello alineada con el resto del cuerpo. También tenemos que mantener la cara relajada. Esta ligera inclinación de la cabeza ayuda a liberar tensión, por lo que puede ocurrir de forma natural, una vez estemos relajados.

Hombros:

Se debe mantener los hombros alineados y relajados. Además, para mantener el pecho abierto y la espalda erguida, ayuda llevar los hombros ligeramente hacia atrás. Durante la práctica, es importante comprobar de vez en cuando la postura, para que la columna se mantenga recta. Una forma fácil de corregir una mala postura es inspirar moviendo los hombros hacia atrás.

Mandíbula:

Es importante liberar cualquier tipo de tensión que mantengamos en la mandíbula antes de meditar, aplicando un pequeño masaje en la zona o realizando algunos bostezos exagerados. También al meditar podemos abrir ligeramente la boca y presionar la lengua contra el paladar para relajar la mandíbula.

Mirada:

Según las personas avanzadas en la práctica meditativa, es más fácil meditar con los ojos cerrados, ya que hacer esto mantiene la cara, los ojos y los párpados relajados de forma natural. Aunque también podemos meditar con los ojos abiertos. Pero es importante, mantener un punto de enfoque lejano.


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POSTURAS CONOCIDAS

Posición birmana:

Solo tienes que apoyar ambos pies apoyados en el suelo, situados frente a la pelvis. Las rodillas descansan en el suelo, pero no debes inclinarte demasiado hacia delante o la cadera se tensará y podrás sufrir de espasmos o calambres.

Medio loto:

Se realiza el procedimiento del cuarto de loto, pero el pie izquierdo reposa sobre el muslo derecho o viceversa, como sea más cómodo. Es recomendable que esta postura se realice con cuidado, ya que requiere mucha flexibilidad de la cadera. Asimismo, es recomendable hacer un breve estiramiento o calentamiento previo para que los músculos se adapten más rápido a la postura de medio loto.

Loto completo:

No es ideal para principiantes, ya que exige un mayor nivel de flexibilidad. Cada pie se coloca sobre el muslo opuesto y se debe intentar mantenerlos simétricos. Si sufres de problemas en las rodillas o en la espalda, lo mejor es probar con otras posiciones para meditar más simples.

Cuarto de loto:

Puedes utilizar un cojín, zafu o una esterilla de yoga para estar más cómodo/a. En esta postura, cada pie descansa por debajo de la rodilla opuesta. Es decir, es un estereotipo de las piernas cruzadas.

Por otra parte, las rodillas no deben estar por encima de las caderas y deberás sentarte hacia el frente del cojín para asegurar la rotación de la pelvis. Es mejor usar una pared como soporte para la espalda, para que apoyes la columna y vayas acostumbrándote a la posición.

Meditación de rodillas:

Si cuentas con un espacio para arrodillarte, prueba la posición para meditar de rodillas. Esta postura permite tener la espalda recta. Para lograrlo, colócate en el suelo con las rodillas dobladas, de tal forma que los tobillos descansen bajo los glúteos. Coloca un cojín o zafu de meditación entre los pies y los glúteos para aumentar la comodidad.

Meditación en una silla:

Coloca los pies tocando el suelo y procurando que estén a la anchura de tus hombros. Al meditar en una silla, tienes la ventaja de que las piernas estén más relajadas.

Por otra parte, también puedes sentarte en el borde de la silla para que la espalda esté recta. Del mismo modo, un cojín de respaldo es ideal para mantener la postura adecuada durante el tiempo que vas a meditar. Asimismo, es mejor usar una silla que no sea la misma en la que habitualmente trabajas o realizas alguna otra actividad para que tu mente no la asocie con tu rutina diaria.

Meditación acostada:

Se le conoce como savasana, postura de cadáver o del cuerpo muerto. Acuéstate boca arriba, con los brazos de lado y mantener las palmas siempre hacia arriba. Si sientes alguna presión en la parte baja de la espalda, dobla un poco las rodillas, coloca los pies planos sobre el suelo y ábrelos un poco a la altura de las caderas.

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