Delincuentes quemaron tres cústeres en una cochera de SJL

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Delincuentes quemaron tres cústeres en una cochera de SJL
Delincuentes quemaron tres cústeres en una cochera de SJL

El dueño de los vehículos dijo que este ha sido el tercer atentado que ha sufrido en los últimos meses. Su familia vive con miedo por temor a que sean ellos los afectados.

Extorsionadores quemaron esta madrugada tres cústeres que estaban aparcadas dentro de una cochera de la avenida Prolongación Santa Rosa, en el distrito de San Juan de Lurigancho (SJL), al este de Lima. El propietario de los tres vehículos, que cubrían la ruta Huáscar-Gamarra, reveló que venía siendo extorsionado desde el año pasado.

El hombre contó que pagaba cupos de diez soles semanales -por unidad- a una banda, pero luego habría aparecido otra organización criminal exigiendo dinero, motivo por el cual dejó de pagar. Según contó, este es el tercer atentado que sufre por parte de los extorsionadores. El primer ataque, ocurrido en diciembre del año pasado, no tuvo consecuencias.

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Luego, hace unos 15 días, los extorsionadores intentaron incendiar una de sus cústeres, pero logró apagar el fuego a tiempo. Esta vez, lamentablemente, no pudo hacer nada para evitar la pérdida de sus bienes. “Me he dado cuenta ya cuando el carro estaba encendido. Si nos hubiéramos dado cuenta a tiempo, no hubiera pasado esto”, declaró, visiblemente afectado.

El hombre indicó que estas cústeres eran su principal medio de ingreso económico, con lo que mantenía a sus hijos. Debido a este atentado, reconoció, se verá en la obligación de suspender la educación de los menores. Los medios de comunicación llegaron hasta la zona y constataron que hay otros vehículos, que no fueron alcanzados por el fuego. Esto evidenciaría que el ataque fue dirigido específicamente contra este empresario transportista.

Lamentablemente, este no es un caso aislado en SJL. En las últimas horas, dos negocios del distrito fueron atacados por extorsionadores. En ambos casos, los antisociales arrojaron explosivos contra los establecimientos, sembrando el terror entre los comerciantes y vecinos.