Por cobro de impuestos. Iglesias cristianas protestan contra municipio de Jerusalén
En un gesto sin precedentes desde la fundación del Estado de Israel hace siete décadas, las iglesias cristianas presentes en Jerusalén ordenaron ayer el cierre indefinido de la basílica del Santo Sepulcro.
La clausura del lugar más sagrado para la cristiandad en la Ciudad Santa se produce en protesta por la política de expropiaciones de bienes religiosos anunciada por el Gobierno israelí y por la pretensión del Ayuntamiento jersolimitano de cobrar impuestos locales a las iglesias, de los que han estado exentos desde tiempo inmemorial en una media que se oficializó cuando la urbe se encontraba bajo la tutela del Imperio Otomano.