a) Cada persona es distinta y como tal hay que estar preparado para cualquier peculiaridad que pueda exigir la ayuda hacia una persona adulta mayor con depresión. Cabe recordar que en esta etapa es frecuente que los pacientes se nieguen a seguir algún tipo de tratamiento, sea este médico o psicológico. En estos casos, lo más indicado es asesorarle con paciencia para que siga algún tipo de tratamiento, y acompañarlo durante el mismo con la ayuda de algún familiar.
b) Ayudar a tener presente las citas con el psicólogo y, en caso que se haya recomendado la terapia farmacológica (que en la mayoría de los casos es necesaria), estar atentos en los días en que es necesario que el adulto mayor tome sus medicamentos.
c) Realizar actividades que sean placenteras, como salir a caminar, leer un libro, escuchar música, etc. Lo importante es mantener la mente trabajando con actividades que sean de ayuda y aprendizaje a fin de conservar sus habilidades cognitivas y físicas.
La vejez es un ciclo que todos tendremos que transcurrir, con lo cual debemos estar preparados para saber afrontar de la forma más saludable.
La vejez no debe ser una etapa de incertidumbre y de deterioro, sino una etapa que la persona pueda realizarse en el contacto con su familia, sus amistades y su cotidianidad.