Advierten incremento de casos de tartamudez en niños por pandemia

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Trastorno del lenguaje
Trastorno del lenguaje

Los casos de trastorno del lenguaje en niños, especialmente tartamudez, se han incrementado durante los meses de pandemia por coronavirus debido, entre otros factores, a la falta de juego con menores de su edad y al poco estímulo de sus padres.

Padres deben estar atentos y ayudarlos en su lenguaje

Así lo advirtió Karen Sánchez Estrada, tecnóloga médica en terapia del lenguaje del Ministerio de Salud, para la Agencia de Noticias Andina quien pidió a los padres estar muy atentos de la evolución del habla de sus hijos y buscar ayuda especializada si los pequeños no logran comunicarse con palabras o gestos.

En estos últimos meses los casos de espasmofemia o tartamudez han aumentado considerablemente; son niños que ahora tartamudean un poco más”, detalló en entrevista con el programa Saludable Mente de Andina Canal on line.

QUÉ ES LA TARTAMUDEZ

Explicó que la tartamudez es un trastorno del lenguaje de tipo expresivo que se evidencia al hablar, cuando el menor no logra tener fluidez y repite algunas sílabas sin poder dejar de hacerlo.

Toda esta situación ha empeorado, dijo, porque los menores no están yendo al nido o la escuela, donde podrían jugar con sus amiguitos y mejorar su lenguaje.

La experta explicó que, para aprender a hablar correctamente, los niños deben recibir una retroalimentación, alguien que les diga “está muy bien”, “¿quieres este pan?” “¿quieres agua?, frases que refuercen el aprendizaje de nuevas palabras, aspectos que ningún aparato electrónico lo hará.

¡TIENE DOS AÑOS Y NO HABLA! 

Sánchez, quien labora en el Centro de Salud Mental del distrito de Carabayllo, comentó que los trastornos del lenguaje en niños pueden ser de tipo expresivo (no saben hablar correctamente o no se dejan entender) y los de tipo comprensivo (no entienden las órdenes o indicaciones que se les da).

Entre los 2 y 3 años los niños ya deberían formar una estructura de oración adecuada, por ejemplo, ‘mamá dame pan’, tener un vocabulario de frutas, verduras, aunque sea lo básico”.

Por ello, pidió a los padres no conformarse con frases como “mi esposo se demoró en hablar” o “en mi casa todos nos tardamos en hablar correctamente” porque eso podría retardar el tratamiento del problema.

Si a los 3 años y ocho meses el menor no logra comunicarse de manera efectiva, es fundamental que pase por la evaluación de un especialista. Lo ideal es llevarlo primero a un pediatra para que analice si se trata de un problema auditivo, falta de estimulación o incluso un caso de autismo. En todas esas situaciones se necesitará, igualmente, terapia.

La especialista recomendó estar atentos a la forma cómo se comunican los hijos pequeños. Igual hay que estar atentos si el menor juega solo todo el tiempo y no busca contacto ni se comunica con otras personas.

NADA DE DIMINUTIVOS 

Karen Sánchez aconsejó a los padres dedicar un tiempo del día para reforzar el lenguaje de los niños que están aprendiendo a hablar, reforzando sus nuevas palabras.

Se les puede ayudar, por ejemplo, a la hora de bañarlos, diciéndoles: ahora vamos a lavar tu ca-be-za y luego tus ma-nos, y así cada parte de cuerpo. Se debe observar en todo momento si el niño está siguiendo las órdenes”, aconsejó.

Otro aspecto importante es la modulación de voz. Evitar los tonos planos y, por el contrario, poner entonación y énfasis en lo que se le dice: ¡Hija, vamos a salir a pasear!, ¡Apúrate con el gel! ¡No te olvides la mascarilla! Hablar claro y conciso.

“Deben evitarse lo diminutivo como: te voy a dar un abracito, tráeme ese platito, te voy a poner la chompita. Existen otras maneras cariñosas para referirse a las mismas cosas, por ejemplo, qué lindo es este pequeño lapicero, me gusta mucho esto o lo otro”, dijo.

Recordó que cuando se habla con los niños hay que hacerlo a la altura de su rostro, mirándoles a los ojos. Si ya empezaron a hablar, recomendó no darles las cosas que piden apenas las señalan; ellos deben esforzarse en decir el nombre de lo que quieren: pan, agua, sopa, fruta, jugo, así lo digan mal. Poco a poco irán mejorando con el refuerzo de los padres.

¿Y SI NO VAN A TERAPIA?

La experta comentó que los menores con trastornos del lenguaje que no son atendidos corren el riesgo de entrar al colegio y escribir como hablan, es decir mal.

He tenido usuarios de 12 años que pronuncian correctamente la palabra ‘prado’, pero cuando escriben ponen ‘plado’, y eso porque cuando eran más pequeños su adquisición fonética era incorrecta y no fueron rehabilitados. Por ejemplo, ese niño comenzó a hablar correctamente recién a los 6 años”.

Una evaluación temprana permitiría también detectar si se trata de un caso de Trastorno del Espectro Autista (TEA), el cual requiere terapia para desarrollar todas las habilidades del menor.

Los problemas del lenguaje, detalló la tecnóloga médica, puede solucionarse en algunos meses con rehabilitación y si hay reforzamiento en casa. Si no ocurre lo segundo, pueden pasar años hasta que el menor logre corregir su problema.

Los niños que no logran solucionar a tiempo sus problemas de lenguaje, como podría ser la tartamudez, pueden convertirse en víctimas de bullying en el colegio, o ser jóvenes con diversos problemas porque no logran expresarse sin tartamudear ante el público. Siempre hay que pensar a futuro, que ese niño va a ser un ente social y que deben poder expresarse bien”, anotó la experta.

Las familias con niños que presentan problemas para comunicarse bien deben acudir primero a un pediatra, para determinar si se trata de un problema físico o emocional, de nerviosismo o falta de estímulo para hablar, a fin de saber si requieren alguna terapia.

Los Centros de Salud Mental Comunitarios del Ministerio de Salud brindan asesoría y tratamiento de este tipo de casos. Para comunicarse con ellos puede llamar al 113 opción 5, donde podrán recibir alguna teleorientación al respecto.