El Ministerio de la Mujer abordó casi 57 mil casos de violencia contra menores en el 2023, destacando 20 mil de violencia sexual y 15 mil de violencia física. La trágica muerte de una niña en La Victoria, a manos de su madrastra, pone de relieve la tolerancia a las agresiones contra niños y adolescentes en el Perú. La falta de denuncias previas por parte de los vecinos subraya la gravedad del problema y la necesidad de una intervención activa.
La niña de diez años, identificada como Y.V.M, fue hallada estrangulada en su dormitorio por los vecinos del edificio Rosa Nancy. Testigos recuerdan haber escuchado gritos y llantos tras la agresión de Zarela Chávez Mozambite, la madrastra. Aunque los abusos eran conocidos por los vecinos durante los tres años que Chávez vivió en el edificio, sorprendentemente, nunca se reportaron a las autoridades.
Este trágico suceso destapa la falta de compromiso social para erradicar la violencia contra menores. Las escalofriantes palabras de la agresora al admitir el crimen revelan la urgencia de abordar estos problemas. La investigación penal contra Chávez Mozambite por homicidio destaca la gravedad de la situación y la necesidad de acciones inmediatas.
Las cifras alarmantes reveladas por el programa nacional Aurora del MIMP subrayan la magnitud del problema. En el 2023, se atendieron 56,924 casos de violencia contra niños y adolescentes, siendo 28,132 víctimas entre los 12 y 17 años. Los Centros de Emergencia Mujer (CEM) reportaron casos de violencia física, psicológica, sexual y económica. Es fundamental reconocer que el 70.6% de las víctimas fueron mujeres menores de edad.
Las estadísticas sobre violencia sexual son particularmente inquietantes, con el 92.5% de los casos atendidos en los CEM correspondiendo a niñas o adolescentes. En el 2023, se registraron 7,787 casos de violaciones sexuales a menores de 18 años, siendo el 94.5% de las víctimas niñas y adolescentes.
La directora del programa Nacional Aurora, Patricia Garrido, explicó que el aumento en los casos atendidos no necesariamente refleja un aumento en la violencia, sino una mayor visibilidad y denuncia de los casos. Subrayó la importancia de la línea 100 y los CEM para canalizar denuncias y brindar atención a las víctimas.
La trágica muerte de la niña en La Victoria destaca la urgencia de abordar la violencia contra menores en el Perú. La sociedad debe tomar medidas activas, reportar casos y apoyar a las víctimas para romper el ciclo de silencio que rodea estos abusos.