El escritor falleció rodeado de su familia, dejando una obra inmortal que definió la literatura en español y lo convirtió en uno de los autores más influyentes del siglo XX.
Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura y figura clave del boom latinoamericano, murió este domingo en Lima, rodeado por su familia, a los 89 años de edad.
La noticia fue confirmada por sus hijos mediante un comunicado oficial difundido en redes sociales, donde destacaron que el autor falleció “pacíficamente” y en su ciudad natal.
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“Tuvo una vida larga, aventurera y fructífera”, señaló su hijo Álvaro Vargas Llosa en X. Asimismo, Gonzalo y Morgana firmaron el emotivo mensaje sobre el legado de su padre.
Cumpliendo su voluntad, la familia anunció que no se realizarán ceremonias públicas en su honor. Por lo tanto, cremarán los restos del autor y los despedirán en la intimidad familiar.
Vargas Llosa fue una de las voces literarias más influyentes del siglo XX. Ciertamente, nos legó novelas imprescindibles como La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral y La fiesta del chivo.
Su estilo narrativo, su crítica política y su profunda mirada sobre América Latina lo convirtieron en un referente global. Además, la Academia Sueca lo distinguió con el Premio Nobel de Literatura en 2010.
El escritor había mantenido un bajo perfil desde su regreso definitivo al Perú en 2024. Igualmente, se alejó de la vida pública tras su separación de Isabel Preysler el año anterior.
Apenas días antes de su cumpleaños, reapareció en fotos compartidas por su hijo Álvaro. Efectivamente, caminaba por Barrios Altos, escenario de sus novelas Cinco esquinas y Le dedico mi silencio.
Las imágenes lo mostraban frágil, acompañado de su nieto. Asimismo, visitaba lugares icónicos como la casa de Felipe Pinglo y la Quinta Heeren, símbolos culturales de Lima y su narrativa.
Desde 2023, su estado de salud venía deteriorándose progresivamente. No obstante, su familia compartía actualizaciones esporádicas que mostraban su lucidez y su vínculo con el entorno que tanto lo inspiró.
Último sobreviviente del boom latinoamericano, Vargas Llosa compartió esa histórica generación con Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes. Por consiguiente, dejó una huella indeleble en las letras hispanoamericanas.