Pocas horas después de ganar la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump se comunicó con Benjamín Netanyahu, y con Volodimir Zelensky. De esta forma el presidente electo de Estados Unidos puso sobre la mesa la situación de Israel en Medio Oriente y la guerra de Ucrania y Rusia.
La mirada de Trump sobre estos dos conflictos globales romperá con el status quo que estableció Joe Biden durante su administración en la Casa Blanca. El presidente electo apoyará Israel sin limitaciones bélicas y busca un acuerdo regional con ciertos países el mundo árabe, mientras que propone una inmediata tregua entre Ucrania y Rusia para terminar con un guerra en Europa que afectó la economía global y el orden internacional.
Leer también [Donald Trump: latinos respaldan al nuevo presidente de los EE.UU.]
“Vamos a darle la vuelta a la situación. Hay que darle la vuelta. Hay que darle la vuelta rápido y vamos a darle la vuelta. Lo haremos de todas las maneras posibles”, sostuvo.
Además, Trump define un plan para resolver la guerra que enfrenta a Ucrania con Rusia. En este caso, se ha condicionado con sus propias promesas de campaña: aseguro que podía resolver el conflicto antes de su asunción y en un tiempo máximo de 24 horas.