Trastorno obsesivo compulsivo

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Trastorno obsesivo compulsivo
Trastorno obsesivo compulsivo

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una enfermedad mental que se calcula que afecta a un 2-3% de la población. Hasta hace poco se clasificaba dentro del grupo de los trastornos de ansiedad, pero en el último Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el DSM 5, se ha separado y ahora conforma una entidad independiente, que se llama trastorno obsesivo compulsivo y del espectro obsesivo y se encuentra junto a enfermedades muy relacionadas, como la dismorfofobia y la hipocondría.

Este trastorno se caracteriza por:

  • Obsesiones: son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino como intrusos, que invaden la conciencia y son vividos como repugnantes o sin sentido.
  • Compulsiones: son conductas repetitivas y aparentemente finalistas, que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada. El acto se realiza con una sensación de compulsión (obligatoriedad de hacerlo) subjetiva, junto con un deseo de resistir a la compulsión, por lo menos inicialmente.

Causas del trastorno obsesivo compulsivo

Se desconocen las causas del TOC, aunque sí se sabe que no surge como respuesta a un supuesto conflicto intrapsíquico ni tampoco por un conflicto sexual reprimido, como decían las teorías psicoanalíticas antiguas. La eficacia de los antidepresivos inhibidores de la recaptación de la serotonina en el tratamiento del TOC hace pensar que el origen puede deberse a una alteración de la serotonina. Se cree que este neurotransmisor ayuda a regular la disposición de ánimo, la agresión y la impulsividad.

Cada vez está más claro que existe un componente genético en este trastorno. José Manuel Menchón, jefe de grupo de investigación en psiquiatría de del Centro de Investigación Biomédica en Red en Salud Mental (Cibersam) y presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, señala que con los datos disponibles en la actualidad se podría decir “que en un 20% de los pacientes podría haber un factor genético”. De todas formas, agrega, “no se ha encontrado un gen concreto que lo explique”.

Síntomas del trastorno obsesivo compulsivo

María del Pino Alonso Ortega, de la Unidad de Trastorno Obsesivo del Hospital de Bellvitge, de Barcelona, y vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría, explica que las obsesiones pueden clasificarse, básicamente, en 4 temas:

  1. Contagio de enfermedades o contacto con la suciedad. Se trata de miedo a contraer una enfermedad y a veces, simplemente, a la sensación de estar sucio.
  2. Miedo de cometer un error y que se derive alguna cosa negativa. Se traduce en dudas y necesidad de comprobación.
  3. Necesidad de orden o de simetría.
  4. Cuestiones de contenido sexual o religioso y muchas veces también de tipo agresivo. Puede tratarse de miedo a blasfemar, a insultar, el miedo a agredir sexualmente a alguien…

Las obsesiones y compulsiones más frecuentes en personas con TOC incluyen:

Obsesiones

  • Temor a contaminarse.
  • Temor a causar daños a otros o a que le pase algo a los padres, familia…
  • Ideas agresivas o de contenido sexual.
  • Escrupulosidad /religiosidad excesiva.
  • Pensamientos prohibidos.
  • Necesidad de simetría.
  • Necesidad de decir o confesar.

Compulsiones

  • Lavarse continuamente.
  • Repetir una acción hasta hacerla bien.
  • Asegurarse de haber cerrado la puerta, de haber cerrado el agua…
  • Tocar.
  • Contar objetos o hasta un determinado número.
  • Ordenar.
  • Acumular (no poder tirar nada).
  • Rezar.

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Prevención del trastorno obsesivo compulsivo

Es muy difícil prevenir un trastorno cuyas casusas no se conocen. Lo que sí se puede hacer es fomentar el diagnóstico precoz. Los psiquiatras insisten en la necesidad de tratar cuanto antes esta patología porque se ha comprobado que mejora significativamente el pronóstico.

Tratamientos para el trastorno obsesivo compulsivo

El tratamiento del trastorno obsesivo se basa en dos tipos de terapia: farmacológica y psicológica. El psiquiatra determinará en qué casos hay que utilizar solo una o las dos.

Terapia farmacológica

El primer tratamiento específicamente aprobado para su uso en el TOC fue el antidepresivo tricíclico clomipramina . Los antidepresivos de segunda generación, que son utilizados hoy en día, se llaman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina, sertralina, citalopram y escitalopram. Estudios extensos han demostrado que estos inhibidores favorecen, al menos ligeramente, a casi el 80 por ciento de los pacientes. Y en más de la mitad de los casos, la medicación alivia los síntomas del TOC al disminuir la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. La mejoría por lo general no se alcanza hasta las dos o más semanas de tratamiento.

Terapia psicológica

La psicoterapia cognitivo-conductual que se ha mostrado eficaz en los pacientes con TOC es la denominada terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR). Este método es especialmente eficaz en las personas que  presentan rituales de conducta. En él, el paciente se enfrenta, deliberada o voluntariamente, al objeto o idea temida, ya sea directamente o con la imaginación. Al mismo tiempo, es alentado a evitar sus rituales con apoyo y medios provistos por el terapeuta, y posiblemente por otros que el paciente reclute para asistirle. Los estudios realizados y la práctica diaria demuestran que la EPR es una terapia muy exitosa para la mayoría de los pacientes que la completan y los efectos positivos perduran una vez finalizado el tratamiento.

Otros datos

Pronóstico

Es importante, según la representante de la Sociedad Española de Psiquiatría, “intentar no banalizar la enfermedad, ya que no todo el mundo tiene un TOC y el que sí lo padece sufre mucho”. No obstante, también cree necesario “transmitir un mensaje de optimismo, en el sentido de que es una enfermedad que se puede tener en formas leves o moderadas, hacer una vida normal y, sobre todo, buscar tratamiento”.

Los tratamientos son muy eficaces: “Con la terapia de conducta se reducen los síntomas en más de un 70% y con los fármacos entre un 50% y un 60%”.