Si hay un juego en los casinos más populares y que causa verdadera sensación, esas son las máquinas tragamonedas. Logran atraer a cantidad de público que se acerca a los casinos por muchas razones: facilidad de uso, premios suculentos, músicas y colores llamativos… Las máquinas tragamonedas son un punto de interés enorme en las salas de juego, y en este artículo vamos a ver cuáles son sus características y cuirosidades más notables.
Las máquinas tragamonedas, así surgieron
Las máquinas tragamonedas surgieron con fuerza a finsle del siglo XIX en los Estados Unidos. Fue Charles Frey quien dio un definitivo diseño y configuración. Si se conseguían alinear los tres rodillos, en un principio eran cinco, se obtenía un premio, tal y como sucede hoy en día. Para accionar estas máquinas había, y hay, que accionar un brazo. Por esa razón, las máquinas tragamonedas fueron llamadas originalmente “bandidas de un solo brazo”. En un principio, los slots no tenían los actuales símbolos de frutas, sino que llevaban los del juego del póker, corazón, picas, diamante, herradura o campana.
Tras brillar a gran altura durante 90 años, excepto en los periodos de guerras mundiales, los años 90 dieron paso a un punto de inflexión. En 1996 se abrió el primer casino en línea, y por tanto, las máquinas tragamonedas en formato electrónico. Estas máquinas reproducen fielmente las que se pueden encontrar en los casinos, haciendo uso de los mismos slots y sonidos, por lo que la experiencia de juego es similar a la que obtienes en un local físico.
El funcionamiento de las máquinas tragamonedas es simple, pero la aparición de la electronica ha hecho complicar los mecanismos como las posibilidades de juego. Una máquina tragamonedas puede repartir premios de dos formas distintas, por secuencia o azar. Las primeras dan un premio cada cierto número de tiradas, es decir, ha de repartir las ganacias acumuladas cada unas tiradas de juego determinadas. El jugador, a no ser que que pase mucho tiempo junto a la máquina y la estudie, no sabrá cuándo toca repartir un premio importante.
Sin embargo, las máquinas de azar funcionan de forma diferente. Sn auqellas que se encuentran de manera normal en los casinos, y reparten los premios de forma aleatoria. Para poder saber cuando podemos conseguir un premio toca hacer un estudio de azar y probabilidad, aplicando fórmulas matemáticas complejas. Este tipo de máquinas dan unos premios bastante importantes, y hay verdaderos casos muy llamativos.
Los premios en las máquinas tragamonedas
Obtener un premio es la razón por la que se juega. Las máquinas más populares dan unos premios variables, siendo incluso posible obtener algunos algo jugosos por una inversión inicial muy pobre. Pero las máquinas de casinos, tanto físicos como electrónicos, dan premios acumulados millonarios. ¿Quieres saber cuáles han sido los importes más elevados que han dado las máquinas tragamonedas?
En octubre de 2015, el británico Jon Heywood obtuvo un premio de 21 millones de dólares estadounidenses en una máquina tragamonedas en un casino en línea. Los botes son progresivos, por lo que quizás en un tiempo no muy lejano se logre superar ese premio tan importante.
En cuanto a los casino tradicionales, y hablamos de los de Las Vegas en particular, hay verdaderos premios que son una locura. Por ejemplo, el mayor premio dado por una máquina tragamonedas. El 21 de marzo de 2003, en la máquina Megabucks del Hotel y Casino Excalibur de Las Vegas, un técnico de software consiguió un premio de 39 millones de dólares, logrando superar en 5 millones el que se dió en el año 2000 en el casino Desert Inn de Las Vegas.
Estos premios obviamente consiguen cambiar la vida de quien los recibe, y en ambos casos, la inversión para conseguirlo no fue tan elevada, no teniendo que pasar los 200 dólares para conseguirlo. Las Vegas es la meca del juego a nivel mundial, por lo que es allí en donde se pueden conseguir los premios más generosos, además de encontrar la mayor variedad de máquinas. Vivir una experiencia en la capital del estado de Nevada supone para los jugadores un cúlmen.
Para jugar a las máquinas tragamonedas solo hacen falta algunas monedas, o saldo en nuestra tarjeta de crédito si lo hacemos on line. Otro de los requisitos necesarios para jugar son las ganas de querer pasar un rato divertido, en el que nada nos moleste y podamos evadirnos de la realidad. Recuerda que los juegos de azar son altamente adictivos, pero no por ello han de ser nocivos. Saber poner unos límites, tener un presupuesto previo y saber cuando hay que parar, son las premisas para que la experiencia de juego sea de lo mejor. Ya sea en un casino físico o en uno virtual, piensa que las máquinas tragamonedas tienen más de un siglo de historia y que hacen felices a millones de personas.
