Nuevos detalles salieron a la luz sobre el asesinato de la cambista Rosario Suárez Lizana. Uno de los tres implicados, quien es sereno administrativo de Miraflores, admitió ante la Policía que él mismo compró veneno para perros en una veterinaria y se lo inyectó a la fallecida.
Engañó a trabajadores de una veterinaria diciendo que su mascota ya iba a morir y compró la sustancia para suministrarle a su víctima
El coronel Franco Moreno, jefe de la División de Secuestros, comentó que Miguel Ángel Silva Ordóñez acudió a un establecimiento con el cuento de que su mascota ya estaba por morir. Adquirió una potente dosis y se la inyecta a la fémina en el interior de un auto para intentar acabar con ella.
Sin embargo, la sustancia no fue lo suficientemente mortal para matarla. Es por ello que sus cómplices Luis Jorge Cáceres Bardales, quien manejaba la unidad, y Nil Michael Casara Gonzales la estrangulan hasta la muerte. Luego le arrebatan unos 40 mil dólares de su canguro.
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“Le quitan el canguro, el dinero, el chaleco y la arrojan como cualquier paquete a la zona industrial de Lurín. Todo esto ha demostrado que esta banda tenía planificado eliminar a esta señora”, comentó el coronel añadiendo que Silva Ordóñez fue el autor intelectual del robo.
A los implicados, quienes cayeron por las imágenes de las cámaras de seguridad, se les encontró 28 mil soles, los cuales pertenecen a la cambista. Los tres permanecen en la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la avenida España mientras se realizan las pesquisas del caso.
