El verdadero poder alimenticio y medicinal está en su piel… ¡y muchos lo botan! Te damos 2 recetas para que las aproveches si te es difícil comerla
El pepino tiene un sabor suave, ideal para ensaladas. Sin embargo, esta hortaliza tiene una piel rugosa que puede ser difícil de masticar, por lo que muchas personas no le da el valor que merece y la desecha. Pero lo que la mayoría no sabe es que muchos de los beneficios que brinda el pepino se encuentran en la cáscara.
Contenido de vitamina K
La mayor parte de vitamina K de los pepinos se encuentra en la cáscara: una taza de pepino con cáscara cuenta con 49 microgramos de dicho nutriente. La vitamina K ayuda a activar las proteínas que el organismo requiere para mantener el buen estado en los huesos, así como el crecimiento celular, evitando formar coágulos de sangre.
Fuente de fibra
La cáscara es rica en fibra soluble, la cual arrasa con las toxinas y desechos a través del tracto digestivo, ayudando a suavizar las heces y evitando el estreñimiento. Lo ideal es disfrutar de por lo menos seis rodajas de pepino con cáscara para obtener la cantidad necesaria de fibra.
Alto contenido de betacaroteno
Es una fuente de betacaroteno, tipo de vitamina A. El betacaroteno es conocido por sus efectos positivos para la salud de los ojos y la vista. El betacaroteno tiene una mayor concentración en las cáscaras del pepino.
Baja en calorías
Gracias a que el pepino con o sin cáscara es bajo en calorías, puede funcionar con un gran aperitivo sin causar el menor remordimiento. Cada rebanada proporciona un mínimo de 1 a 2 Kcal.
Diabetes
Puede calmar la sed y por su baja cantidad de carbohidratos y azúcar puede ser consumido por personas con diabetes.