Por qué se desata el conflicto entre Rusia y Ucrania

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Vladimir Putin
Vladimir Putin

Conflicto entre Rusia y Ucrania. Las raíces del conflicto entre Rusia y Ucrania son profundas. La cuestión central es que Moscú no acepta la independencia de Kiev (capital y la mayor ciudad de Ucrania). Repasamos la historia de las relaciones entre ambos países.

Conozca el origen de este enfrentamiento que puede llevar a un ataque sin piedad

Las tensiones entre Rusia y Ucrania tienen una historia que se remonta a la Edad Media. Ambos países tienen raíces comunes en el Estado eslavo oriental de Kievan Rus. Por esta razón, el presidente ruso, Vladimir Putin, habla siempre de “un solo pueblo”.

En realidad, los destinos de ambas naciones estuvieron separados durante siglos, surgieron dos idiomas y culturas. Mientras Rusia se convirtió políticamente en un imperio, Ucrania no logró establecer su propio Estado. En el siglo XVII, grandes áreas de la actual Ucrania formaron parte del Imperio ruso. Tras su desmoronamiento en 1917, Ucrania se independizó por poco tiempo, hasta que la Rusia soviética reconquistó el país.

 

DÉCADA DE 1990: RUSIA DEJA IR A UCRANIA

En diciembre de 1991, Ucrania, junto con Rusia y Bielorrusia, fue una de las tres repúblicas que sellaron la disolución de la Unión Soviética. Moscú quería conservar su influencia y vio, entre otras cosas, en la creación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), un instrumento para lograrlo.

En el Kremlin, también creían que el suministro de gas barato sería una manera de controlar al país vecino. Pero no fue así, mientras Rusia y Bielorrusia formaron una estrecha alianza, Ucrania tenía la mirada puesta en Occidente.

Al Kremlin le desagradó esa postura, pero no hubo conflicto en la década de 1990. Moscú no estaba preocupado, porque Occidente no quería integrar a Ucrania. La propia Rusia estaba económicamente debilitada, entre otras cosas también por las guerras de Chechenia. En 1997, Moscú reconoció, con la firma del llamado “Gran Tratado”, las fronteras de Ucrania, incluida la mayoría étnica rusa que habitaba la península de Crimea.

 

PRIMERAS GRIETAS EN LA AMISTAD POSTSOVIÉTICA

Bajo la presidencia de Putin, se produjo la primera gran crisis diplomática entre Moscú y Kiev. En otoño de 2003, Rusia comenzó a construir una presa en el estrecho de Kerch hacia el islote ucraniano de Tuzla. Kiev lo vio como un intento de redifinir la frontera. El conflicto escaló y se resolvió tras una reunión bilateral entre ambos presidentes. Las obras se paralizaron, pero la amistad se resquebrajó.

En las elecciones presidenciales de 2004, en Ucrania, Rusia apoyó al candidato prorruso Viktor Yanukóvich, pero la “Revolución Naranja” impidió su victoria, y ganó el político pro-occidental Viktor Yúshchenko. Durante su mandato, Rusia cortó el suministro de gas a Ucrania dos veces, en 2006 y 2009. Y los suministros de tránsito a la Unión Europea (UE) quedaron interrumpidos.

En 2008, el entonces presidente estadounidense George Bush, intentó propiciar la integración de Ucrania y Georgia en la OTAN. Moscú dejó claro en ese momento que no aceptaría la independencia de Ucrania. Alemania y Francia impidieron los planes de Bush. En la cumbre de la OTAN en Bucarest, se dialogó con Ucrania y Georgia sobre la membresía de la OTAN, pero sin poner fecha.

Al ver que con la OTAN no había avances, Ucrania intentó impulsar la conexión con Occidente a través de un Acuerdo de Asociación con la UE. En el verano de 2013, unos meses antes de la firma, Moscú ejerció una enorme presión económica sobre Kiev y obstaculizó las importaciones ucranianas. En ese contexto, el Gobierno del entonces presidente Yanukóvich, que ganó las elecciones en 2010, suspendió el acuerdo negociado. Yanukóvich desencadenó protestas de la oposición y huyó a Rusia en febrero de 2014.