Las artimañas del “Chapo” Guzmán para camuflar droga

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Joaquín Archivaldo Guzmán Loera (63), mundialmente apodado como “El Chapo”
Joaquín Archivaldo Guzmán Loera (63), mundialmente apodado como “El Chapo”FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO.COM

Joaquín Archivaldo Guzmán Loera (63), mundialmente apodado como “El Chapo”, nació en La Tuna, Sinaloa, en México, en 1945. En sus años mozos fue uno de los más grandes narcotraficantes jamás conocido. Para movilizar la droga, la camuflaban dentro de tiburones muertos.

Movió gran cantidad de millones de dólares y pesos mexicanos. Una de sus delictivas modalidades era camuflar los estupefacientes en tiburones congelados

Como se sabe, al mexicano lo capturaron por primera vez en junio de 1993. Estuvo preso hasta 2001, cuando se dio a la fuga convirtiéndose en el segundo hombre más buscado por la Oficina Federal de Investigación (FBI, en inglés) y la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL).

En la clandestinidad, al menos desde 2009, el entonces líder del Cártel de Sinaloa burlaba el control de los países. Rellenaba los animales marinos con la sustancia blanquecina que vale miles de dólares para pasar desapercibido en los puertos de distintas naciones.

La ruta era simple. Según el periodista Salvador Soto García, parte de la droga era transportada desde Costa Rica hacia Puerto de Progreso, Yucatán, México. Luego, el cargamento viajaba hasta distintas partes como Houston y Texas, en Estados Unidos.

Sin embargo, para esta exitosa operación sacrificaban miles de tiburones. “El Chapo” unió fuerzas con la empresa Corporativo Pesquero Velásquez para movilizar la carne y así generar una millonada, pues la corporación registró hasta 2019 unos depósitos por 272 millones de pesos mexicanos (MXN).

Eso no es todo, también realizaron retiros por 1 783 millones. Pese estas exorbitantes cifras, solo reportaron al SAT unos 6.4 millones entre 2014 y 2018. Las autoridades mexicanas se pusieron alertas sobre esto y así nació el denominado “Caso Tiburón”.

Justamente en el mismo año que empezaban con toda la movida fue que descubrieron su modus operandi y dieron con la incautación de una gran mercadería en el Puerto de Progreso. La Secretaría de Marina ya estaba detrás de los movimientos de los capos.

Para el 2017 cayó el empresario pesquero Martín Velásquez Cuevas, dueño de la compañía que trabajaba con Guzmán Loera. Incluso, ya estaba en la mira desde 2015, época en la que rompió su silencia y precisó no tener vínculo alguno con Joaquín Archivaldo.

Cuentas bancarias bloqueadas

Como medida obligatoria para luchar contra los poderosos narcotraficantes internacionales, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda de México bloqueó unas 1 354 cuentas bancarias de 401 personas relacionadas con el famoso Cártel de Sinaloa. El resultado que obtuvieron fue de 223 300 578 MXN y casi 78 millones de dólares inmovilizados.

Dentro de la lista figuraban 77 familiares prestanombres ligados a tres personas claves. El primero es “El Chapo” Guzmán, quien incluyó a 29 de sus familiares. Ellos fueron sus 10 hijos, tres esposas, cuatro hermanos, 11 sobrinos y uno de sus cuñados.

El segundo es Ismael el “Mayo Zambada, quien es el actual líder del Cártel de Sinaloa. Metió a tres hermanos, una pareja, siete hijos, un nieto, dos cuñados, dos sobrinos, dos nueras y una apoderada legal de una empresa. Todos estaban relacionados a 14 compañías.

Por último, estaba Juan José Esparragoza Moreno “Azul”, sujeto que falleció aparentemente de un infarto. A él le investigaron dos cónyuges, seis hijos, una nuera, un yerno, la esposa de un sobrino y una hermana. Además, estaban 23 operadores financieros.

Capturado por la Marina Armada

En medio de todo el modus operandi, Joaquín Guzmán fue detenido el pasado 22 de febrero de 2014. Se encontraba en el hotel Suites Miramar, ubicado en el puerto de Mazatlán Sinaloa. Agentes de la Marina lo capturaron en un condominio de dos torres y 27 departamentos.

Incluso, nació el “chapoturismo”, todos los mexicanos querían tomarse una foto en las afueras del edificio donde redujeron al “Chapo”. Muchos llegaron a hacerlo, acto que promovió el turismo en la zona por un buen tiempo.

Enrique Peña Nieto, presidente de México en aquel entonces, saltó en un pie, pues habían dado con la captura de una de las personas más buscadas en el mundo. Sin embargo, Joaquín volvió a fugarse de la prisión El Altiplano.