La mutilación genital femenina: Una práctica que desafía los derechos humanos

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La mutilación genital femenina: Una práctica que desafía los derechos humanos
La mutilación genital femenina: Una práctica que desafía los derechos humanos

Aunque la MGF está concentrada principalmente en África y el Medio Oriente, también se practica en comunidades de inmigrantes en Europa

La posibilidad de que Gambia revoque la prohibición de la mutilación genital femenina (MGF) ha puesto en alerta a defensores de los derechos humanos en todo el mundo. ¿Qué implica esta práctica, dónde se realiza y por qué es tan importante su erradicación?

La MGF, una práctica que afecta a una de cada 20 mujeres en todo el mundo según la ONU, se ha convertido en un tema de debate candente en Gambia. Aunque los defensores de revertir la prohibición argumentan que se trata de un derecho cultural y religioso, los activistas de derechos humanos advierten que permitir su práctica nuevamente desharía décadas de esfuerzos por eliminarla.

Entonces, ¿qué es exactamente la MGF? Se trata de un procedimiento en el que los tejidos genitales femeninos son cortados, lesionados o eliminados parcial o totalmente. Este acto atroz, que afecta física y psicológicamente a las mujeres, carece de beneficios para la salud y es realizado a menudo contra la voluntad de las niñas y mujeres.

Bishara Sheikh Hamo, una activista contra la MGF de Kenia, relata su experiencia como víctima de esta práctica, “Me sometieron a la MGF cuando tenía 11 años. Me dijeron que era un requisito para toda niña, que nos hacía puras”. Sin embargo, el procedimiento le causó problemas de salud de por vida, incluyendo periodos irregulares, problemas de vejiga y complicaciones en el parto.

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La MGF se clasifica en cuatro tipos, desde la extirpación del clítoris hasta la infibulación, un procedimiento que implica la reducción de la abertura vaginal. Estos procedimientos, además de ser extremadamente dolorosos, conllevan un riesgo permanente de infecciones y complicaciones durante el parto.

La pregunta que surge es: ¿por qué se lleva a cabo esta práctica? Los motivos varían, desde la aceptación social hasta la creencia errónea de que preserva la virginidad. En algunas culturas, se considera un rito de transición hacia la vida adulta y un prerrequisito para el matrimonio.

Aunque la MGF está concentrada principalmente en África y el Medio Oriente, también se practica en comunidades de inmigrantes en Europa, América del Norte y Australia, así como entre la comunidad indígena Embera en Sudamérica. La falta de discusión abierta sobre este tema, debido al tabú y al miedo a las críticas o represalias legales, dificulta determinar la verdadera magnitud del problema.

A nivel mundial, los esfuerzos por erradicar la MGF están en marcha, con la implementación de leyes y programas de concientización. Sin embargo, la revocación de la prohibición en Gambia representa un retroceso preocupante en esta lucha.

En resumen, la MGF es una violación flagrante de los derechos humanos que causa un daño irreparable a las mujeres y niñas. La prohibición de esta práctica es un paso crucial hacia la protección de los derechos y la salud de las mujeres en todo el mundo.