Pese a la tragedia del bus incendiado en el terminal terrestre de Fiori, las actividades laborales no cesaron. Expertos señalan que municipios deben cerrar paraderos que no cuentan con autorización del MTC. A pocos días de celebrarse la Semana Santa, fecha donde miles de personas aprovechan para viajar y salir de la rutina, la disponibilidad de este terminal significa un serio peligro.
Además, en los alrededores de Lima Norte se registra la mayor cantidad de embarques y desembarques hacia el interior del país. Terminales y paraderos, formales e informales, cuya actividad frecuentemente se desarrolla invadiendo la vía pública.
Se trata en muchos casos de minivanes o colectivos que se dirigen hacia lugares del norte chico como Churín, Huaral, Barranca, entre otros. Estos servicios, que cobran una tarifa mayor con el argumento de que llegarán más rápido a destino, son muy demandados por la población en fechas como Semana Santa.
En algunos casos, el descaro de los informales llega a tal punto que se detienen por varios minutos en importantes vías rápidas de la ciudad, como la Panamericana Norte, altura de Pro, donde como consecuencia de ello aumenta la congestión vehicular, más aún en horas punta.
