Desafío ecológico en el Everest, montañistas obligados a llevar de vuelta sus excrementos.
En una medida sin precedentes, las autoridades nepalíes han anunciado que los montañistas que conquisten el Everest deberán enfrentar un nuevo desafío en su descenso: llevar consigo sus propios excrementos de regreso al campamento base. Mingma Sherpa, presidente del municipio rural de Pasang Lhamu, expresó su preocupación por el creciente problema de heces humanas contaminando las majestuosas cimas, erosionando la imagen y generando quejas de malestar entre los escaladores.
Durante la temporada de escalada, los montañistas suelen aclimatarse en el campamento base, donde se utilizan tiendas de campaña con barriles para recolectar excrementos. Sin embargo, a medida que escalan más alto, la falta de nieve obliga a realizar sus necesidades al aire libre, generando un problema ambiental significativo. La introducción de bolsas de excremento, compradas en el campamento base y revisadas a su regreso, busca abordar esta creciente preocupación.
Chhiring Sherpa, director ejecutivo de la organización no gubernamental Sagarmatha Pollution Control Committee (SPCC), destaca la persistencia de residuos como un desafío importante, especialmente en los campamentos más altos inaccesibles. La iniciativa del SPCC de adquirir 8,000 bolsas de excremento, con productos químicos y polvos que solidifican y desodorizan, apunta a reducir el impacto ambiental en la montaña más alta del mundo.
El Everest, conocido por su belleza extrema, se ha enfrentado a problemas de basura, y Stephan Keck, un guía de montaña internacional, describe el Collado Sur como un “baño al aire libre”. La nueva normativa, respaldada por la Asociación de Operadores de Expediciones de Nepal, se considera un paso positivo hacia la preservación de esta icónica montaña.
Proyecto Piloto
Dambar Parajuli, presidente de la Asociación de Operadores de Expediciones de Nepal, apoya la idea de implementar este enfoque como un proyecto piloto en el Everest, con la posibilidad de extenderlo a otras montañas en el futuro. Mingma Sherpa, quien escaló las 14 montañas de más de 8,000 metros, destaca que este método ha tenido éxito en el Monte Denali y la Antártida, respaldando su eficacia.
A pesar de anuncios previos del gobierno central de Nepal sobre reglas para el montañismo, la falta de implementación adecuada ha sido un problema persistente. Para abordar esto, se espera que la municipalidad rural de Pasang Lhamu desempeñe un papel activo, estableciendo una oficina de contacto para garantizar la aplicación efectiva de las nuevas medidas, incluida la obligación de los montañistas de gestionar sus desechos.
En conclusión, esta nueva normativa no solo aborda una preocupación medioambiental urgente en el Everest, sino que también destaca la importancia de preservar estos tesoros naturales para las generaciones futuras. Con el compromiso de los escaladores y el respaldo de las autoridades locales, se espera que esta medida marque un hito en la conservación de las montañas más imponentes del mundo.
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