El retraso fatal de 30 días

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Velasco Alvarado
Velasco, sumamente delicado de salud a raíz de aneurisma aórtico localizado en el abdomen, que derivó en la amputación de una de sus piernas, fue convencido de que la postergación era inevitable (Archivo: Revista Caretas).

Recuperación de Arica y Tarapacá fue frustrada por un mal consejo al general Velasco

Crónicas de la frustrada invasión peruana de Chile hace 43 años

Hace 43 años los peruanos pudimos revertir la historia de la aciaga guerra de 1879-1883. Estas son las crónicas de lo que pudo ser y la traición evitó que sea.

Según testimonio del capitán EP Eloy Villacrez Riquelme, testigo de los hechos como uno de los paracaidistas comandos de la operación que planificaba la recuperación de Arica y Tarapacá, en su libro “Patriotas y Traidores, “dentro de este plan golpista, (el general EP Francisco) Morales Bermúdez presentó al presidente del Perú, general EP Juan Velasco una sugerencia para retrasar el día “D” por 30 días para el 6 de setiembre de 1975, aduciendo que las baterías antiaéreas SAM no habían terminado de ser instaladas en Arequipa y las Vilcas.

“Estas baterías eran de suma importancia porque se sabía que Chile había retirado su aviación hacia el sur, hacia el aeropuerto de Puerto Montt y en caso de ataque peruano, podrían desestabilizar el frente atacando a nuestra retaguardia, lo que podría provocar una destrucción muy importante de Arequipa”, evoca Villacrez.

El aplazamiento fatal

El ingreso de las tropas peruanas por tierra, mar y aire a la antigua provincia peruana de Arica, para recuperarla juntamente con la de Tarapacá, en poder de Chile desde la guerra del guano y salitre de 1879, programado para el 5 de agosto de 1975, fue definitivamente postergado hasta el 6 de setiembre siguiente, luego de que Velasco fue convencido por los conspiradores golpistas encabezados por el general Francisco Morales Bermúdez, pero la operación militar en gran escala nunca se realizaría porque este dirigió un pronunciamiento militar en Tacna que depuso a “Juan sin miedo”.

Velasco, sumamente delicado de salud a raíz de aneurisma aórtico localizado en el abdomen, que derivó en la amputación de una de sus piernas, fue convencido de que la postergación era inevitable porque no se habían instalado los sistemas de misiles “Pechora” antiaéreos en Arequipa y Las Vilcas, para responder cualquier contraataque aéreo chileno y la Marina.

Igualmente había reportado que no se encontraba lista porque su proceso de rearme había sido hecho con lentitud, a diferencia de las demás armas que lo habían hecho aceleradamente y ya estaban listas.
(CONTINUARÁ MAÑANA)