Durante la sesión plenaria del último martes, el Congreso dio cuenta de la tercera moción de vacancia presidencial por permanente incapacidad moral contra el presidente Pedro Castillo, a fin de que sea destituido del cargo.
Se requiere de 52 votos para que sea admitida y 87 para que sea aprobada y Pedro Castillo se vaya a su casa
El documento fue promovido por el congresista no agrupado Edward Málaga y cuenta con 67 firmas. Para que pueda ser admitida a debate requiere del respaldo de 52 congresistas y para que sea aprobada (y proceda la destitución de Castillo) 87 votos.
A las 19:36 horas, el presidente del Congreso, José Williams Zapata, anunció el ingreso de la moción que pide la vacancia y anunció que la solicitud ya fue puesta en conocimiento del presidente Castillo.
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Luego, la Junta de Portavoces del Congreso acordó que el pleno verá hoy jueves desde las 6 p.m. la admisión a debate de la moción. Si es aprobada, citarán al presidente Castillo para el lunes 12 de diciembre para que ejerza su defensa.
El relator del Congreso dio cuenta de los firmantes del documento: legisladores de Fuerza Popular, Alianza para el Progreso (APP), Renovación Popular, Avanza País y Somos Perú.
Además, leyó los artículos de la Constitución y del Reglamento del Congreso sobre el proceso para debatir y votar una moción de vacancia. Para admitirla se requiere el respaldo de 52 legisladores.
“Declárese la permanente incapacidad moral del presidente de la República Pedro Castillo Terrones, de acuerdo a lo previsto en el artículo 113 de la Constitución. Declárese la vacancia de la Presidencia de la República y en consecuencia la aplicación del artículo 115 de la Constitución que regula la sucesión presidencial”, indica la moción.
Para que sea aprobada se requieren 87 votos, los cuales no fueron alcanzados en marzo pasado durante el segundo proceso de vacancia (hubo 55 a favor). La primera moción de diciembre del 2021 ni si quiera fue admitida a trámite ante el pleno.
Este nuevo pedido de vacancia se da luego de que el gobierno de Castillo forzara una interpretación al rechazo de plano de la primera cuestión de confianza planteada ante el Parlamento, lo que ha abierto la posibilidad del cierre del Congreso.
