El papa Francisco recibió en el Vaticano a Javier Milei, luego de intercambiar gestos amistosos para superar sus desencuentros pasados
A las nueve de la mañana (08H00 GMT), el presidente argentino, Javier Milei, fue recibido en el Palacio Apostólico con los honores correspondientes a un jefe de Estado. El líder ultraliberal llegó acompañado de su hermana Karina, quien ejerce como secretaria general de la Presidencia, cumpliendo con el protocolo al vestir un traje y velo negros.
Entre los acompañantes de Milei se encuentran el ministro del Interior Guillermo Francos, quien fue discípulo de Jorge Bergoglio en Argentina, así como la canciller Diana Mondino y el rabino Axel Wahnish, quien ejerce como consejero espiritual del presidente y ha sido designado embajador ante el Estado de Israel.
Poco antes en la red X, el portavoz del gobierno argentino, Manuel Adorni, reveló los obsequios que Milei ofrecerá a su compatriota y ex arzobispo de Buenos Aires, incluyendo alfajores de dulce de leche y galletitas de limón de la marca preferida del Sumo Pontífice.
Milei también planea regalarle un cuadro con una postal conmemorativa de Mama Antula, una defensora del legado jesuítico que fue canonizada por Francisco el domingo en la Basílica de San Pedro, en presencia del mismo Milei, convirtiéndose así en la primera santa argentina.
En la Basílica, ambos líderes se mostraron afectuosos este domingo durante la misa de canonización, marcando así su primer encuentro cara a cara en el Vaticano. Ante las cámaras, sellaron una nueva sintonía, después de los insultos dirigidos por Milei al papa en el pasado.
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Cambio de tono
En el pasado, el presidente argentino, un economista ultraliberal de extrema derecha criado en una familia católica, ha acusado al papa de «buscar extender el comunismo» y, más recientemente, de ejercer «injerencia política» durante su campaña electoral.
Sin embargo, en los últimos meses ha cambiado su tono, y en enero extendió una invitación oficial a Francisco para que visite su Argentina natal, país que el papa no ha visitado desde que fue elegido en 2013.
Francisco, de 87 años, minimizó la importancia de los ataques al atribuirlos al contexto electoral. Tras estas palabras amistosas, ambos líderes escenificaron su reconciliación este domingo.
Milei abrazó al pontífice antes y después de la canonización de Mama Antula, primero en privado y luego en público frente a miles de fieles. Durante el encuentro privado, Francisco bromeó sobre el peinado del dirigente, apodado por sus partidarios como «el Peluca«, y le agradeció su presencia en la Santa Sede.
Una visita muy deseada
La posible visita del papa a Argentina es uno de los principales temas en la agenda del encuentro de este lunes, aunque aún no está claro si habrá algún anuncio nuevo al respecto durante el día de hoy.
Según expertos, Francisco, quien previamente tuvo diferencias con varios presidentes como Mauricio Macri y los Kirchner, Néstor y Cristina, optó por no viajar a Argentina hasta el momento para evitar que su presencia fuera utilizada con fines políticos.
El equipo de Milei ha trabajado arduamente para allanar el camino con declaraciones amigables. En esta línea, el ministro del Interior Guillermo Francos elogió la «inmensa sensibilidad» social del pontífice.
Precisamente la discrepancia en cuanto al enfoque en lo social se presenta como otro tema crucial en la audiencia, donde la profunda crisis económica y la polarización en Argentina estarán muy presentes.
Esto sucede justo después de que la semana pasada fracasara en la cámara baja la llamada Ley Ómnibus, un extenso paquete de reformas económicas, políticas y administrativas impulsado por el equipo de Milei, que gobierna en minoría. Ahora, deberán reconsiderar su estrategia ante una oposición fortalecida.
Ambos tienen enfoques económicos muy distintos.
Milei, como ferviente defensor del libre mercado, tal como expresó en enero durante el Foro de Davos, aboga por un drástico recorte del gasto público, una amplia política de privatizaciones y una intervención mínima del Estado. Entre sus primeras medidas, llevó a cabo una devaluación del peso argentino en un 50%.
Francisco, por su parte, ha centrado gran parte de su labor pastoral en criticar las consecuencias económicas y medioambientales del neoliberalismo.
En su segundo viaje al extranjero desde que asumió el cargo el 10 de diciembre, Milei llegó a Roma el viernes después de visitar Israel, y no comenzó su agenda oficial hasta el domingo.
A la capital italiana también viajaron la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello y el secretario de Culto Francisco Sánchez junto a Milei.
Este lunes, el presidente argentino también se reunirá con su homólogo italiano Sergio Mattarella, así como con la primera ministra Giorgia Meloni.
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