Alrededor de 350.000 inmigrantes venezolanos se han quedado en un limbo migratorio y con riesgo a la deportación, tras una decisión de la Corte Suprema este lunes, que expertos consideran como la “más grande privación” de estatus legal a extranjeros en la historia moderna de Estados Unidos.
Este fallo supone un duro golpe para los cientos de miles de ciudadanos de Venezuela que perderán su permiso de trabajo y protección contra la deportación que otorga el amparo, pese a que la batalla legal emprendida por seis venezolanos y la alianza del Estatuto de Protección Temporal continúa.
La decisión de tan solo dos párrafos emitida por el máximo tribunal estadounidense anula una orden de emergencia de un juez en menor instancia en California que bloqueaba la decisión de la Casa Blanca de acabar con el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los migrantes venezolanos, otorgado por la anterior administración.
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El fallo supone un duro golpe para los cientos de miles de ciudadanos del país caribeño que perderán su permiso de trabajo y la protección contra la deportación que otorga el amparo.
“La pérdida inmediata de nuestro TPS nos causa un daño extraordinario. Ahora tememos ser deportados y tendremos dificultades para mantenernos”, dijo en un comunicado una de las venezolanas demandantes en el caso identificada como E.R.